El precio de la carne vacuna no detuvo su alza a pesar de la restricción a las exportaciones que se implementó por treinta días entre mayo y junio y el mes pasado tuvo un incremento promedio del 7,7%, que en los últimos doce meses alcanzó al 90,3%.
Los datos forman parte del último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en el que se destacó que el asado de tira tuvo un aumento del 4,5% en el mes, pero que en la comparación con junio del año pasado encabezó las subas entre todos los cortes con un 101,5% a $701,91 el kilo. El lomo, el corte más caro, tuvo un precio promedio de $987,41 en junio, con un aumento mensual del 8,6% e interanual del 86,6%.
Los aumentos de la carne superaron tanto en junio como en la medición interanual al nivel general de la inflación y también a la del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, llegándolo a duplicar en algunos casos. Además del asado de tira, otros seis cortes registraron en los últimos doce meses incrementos superiores al 90,3% promedio: la falda (97,6%), la tortuguita (97,3%), el vacío (97%), la cuadrada (95,7%), el osobuco (95,2%) y la tapa de nalga (90,7%).
Para encontrar un producto que haya aumentado por debajo del nivel general de la inflación desde junio del año pasado hay que recurrir a las hamburguesas congeladas, con un alza del 47,3%, distante del resto de los cortes de carne vacuna muestran subas de más del 80%, con la excepción del 78,9% de las hamburguesas caseras.
Los dos principales sustitutos de la carne vacuna, el pollo y el pechito de cerdo, también evidenciaron incrementos interanuales superiores a la inflación, respectivamente del 64,8% y del 63,7%, aunque inferiores al resto de los cortes.
La mayoría de los cortes de carne subieron más que la inflación general de precios
Fuente: iProfesional