Ocurrió en la comparación de julio. En el acumulado de 7 meses hay una diferencia en 2021 con respecto a 2020: la mayor estabilidad de los resultados económicos; el año pasado tuvo un arranque muy bueno y luego varios meses malos
Después de un difícil arranque de 2020, profundizado por el inicio de la pandemia, las granjas de cerdos en Argentina comenzaron lentamente a recuperarse y eso permitió que hoy, pese a que los precios de venta no son tan elevados como meses atrás, la ecuación económica en la actividad haya mejorado.
Según el último trabajo realizado por los economistas Juan Manuel Garzón y Lucia Buchaillot de la Fundación Mediterránea, en el mes de julio los costos medios de las granjas se ubicaron entre 63% y 68% por encima de los valores del mismo mes del año pasado en términos nominales y entre 7% y 11% por encima en términos reales (ajustando por inflación).
Los costos de alimentación y de genética lideraron la suba de costos, con ajustes reales de entre 17% y 21%. “Afortunadamente para la actividad, los ingresos por ventas muestran un crecimiento superior al de los costos totales, de la mano de un aumento del 83,7% en términos interanuales del precio del capón.
Debe notarse que esta gran suba de precios del capón se da desde valores muy bajos del año pasado, los que habían sido muy afectados por la pandemia y las restricciones de movilidad y funcionamiento de la economía impuestas por del gobierno”, explicaron los economistas de la Fundación Mediterránea.
Repasando lo sucedido en el 2020, en el informe se observa que el sector enfrentó un contexto muy adverso en materia de precios en la primera mitad del año, con valores declinantes en términos nominales. Para tener referencias, mientras que en el primer trimestre 2020 el precio del capón se mantuvo estable alrededor de los $77/$78 por kilo, en los meses siguientes comenzó a descender hasta tocar un mínimo en junio de $61,5 el kilo.
A partir de allí, la situación mejoró en la segunda parte del año. En efecto, en el segundo semestre los valores recuperaron terreno con fuertes subas, alcanzándose precios muy altos entre los meses de setiembre y noviembre (cercanos a los $160 por kilo, a precios de julio de 2021).
Ya este año se observa una corrección a la baja en los valores de los animales en términos reales, es decir, cuando se ajustan los precios nominales por inflación. De todos modos, los precios de julio se encuentran todavía muy por encima de los del mismo mes del 2020. Efectivamente, en el mes de julio del 2021 el capón logró ubicarse en $127 por kilo, un 83,7% por encima del valor de un año atrás, superando claramente la inflación general del período que fue 51,6%.
“Gracias a la gran suba de precios del segundo semestre 2020, los ingresos de las granjas en lo que va del 2021 se ubicaron bastante por encima de los del mismo período del año anterior. De acuerdo a las estimaciones, los ingresos medios generados entre enero y julio de este año fueron 70% superiores a los de similar período del 2020 en términos nominales y 17% mayores en términos reales”, detalla el trabajo de los economistas Garzón y Buchaillot.
El informe avanza luego sobre la determinación de los costos de una granja de eficiencia media en tres localizaciones alternativas: Malena (450 kilómetros al puerto), Marcos Juárez (150 kilómetros) y Rosario (sin distancia al puerto). “En este ejercicio de simulación se mantienen todos los parámetros productivos y precios, sólo se modifican los costos de acceso a la materia prima base para la alimentación de los animales (maíz y harina de soja), que se suponen decrecientes a mayor distancia de Rosario (según costos de transporte)”, propone el informe.
Con valores para julio, la granja emplazada en Malena, de mayor distancia a los puertos de Rosario, muestra un costo total de $116,1 por kilo, le sigue Marcos Juárez con $118,9 por kilo y finalmente, Rosario con $121,9 por kilo.
Hay casi $6 de diferencia por kilo producido (+5%) entre una granja que paga precios “llenos” de materias primas (cercanía de Rosario) y otra que paga precios “descontados” por tarifas de fletes de una distancia de entre 400-500 kilómetros (sur o norte de Córdoba), para similar eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento.
Por otra parte, se detalló que ocurre dependiendo de la eficiencia de las granjas, tomando como base un modelo con 500 madres. Para definir la eficiencia se toma tanto la conversión alimenticia como en kilos producidos por cerda madre año.
En los primeros 7 meses del 2021 la granja de menor eficiencia de acuerdo a los parámetros definidos (la que consume más alimento y la de menor productividad por madre) tuvo márgenes netos negativos (perdió $5,2 por kilo), mientras que la de mayor eficiencia (consume menos alimento y logra la mayor productividad por madre) márgenes positivos ($27,2 por kilo).
“Nótese que hubo más de $30 por kilo de diferencia en márgenes entre estas dos granjas, una magnitud que pone de relieve el impacto que puede tener la eficiencia en el resultado económico (determinante de la permanencia o no en el negocio y de los incentivos a expandirlo)”, remarca el trabajo de la Fundación Mediterránea.
Fuente: Puntal
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