En el mes de julio se vio una fuerte suba del cerdo en pie, recuperando parte de lo perdido durante el primer semestre. La suba en dólares fue de 5.9% con respecto al mes anterior (11.9% en pesos) y un aumento del 50.4% con el mismo mes del año anterior. El precio de julio es similar al de noviembre, del año pasado, febrero y abril de este año.
A nivel regional Argentina tiene un precio inferior a la mayoría de los países, salvo el caso particular de Brasil que sigue con precios deprimidos y bastante inferiores al nuestro.
A su vez, en la última semana del mes se observó una diferencia entre el precio promedio máximo y el promedio mínimo del 55%, dando este último un valor de $107 (U$D 0.78). No existe una diferencia tan grande entre los cerdos en cuanto a calidad y rendimiento que justifique tal diferencia. “Obviamente quien vendió a dicho precio tuvo una pérdida muy grande de dinero al estar muy por debajo del costo de producción o se guardó una suma de impuestos”, señala Uccelli en su informe.
Al empezar las compras nuevamente a normalizarse baja el peso de los cerdos, símbolo inequívoco de la no especulación de los productores. Siempre es bueno recordar que una forma de subir la producción es subir el peso de faena y otra vez se pierde la oportunidad.
Cambios de las principales variables
En julio observamos tres bajas, una marcada como el maíz y otras un poco más tranquilas como la soja y el precio del vacuno en pie. Del otro lado de las coordenadas el corte de jamón tuvo una fuerte suba (junto con la paleta, dos cortes muy baratos) que impulsó al ICC y no tanto al pechito. Lo siguen el capón y el dólar que, a pesar de las minidevaluaciones, sigue por detrás a la inflación.
Cuando la comparación la realizamos en los últimos 12 meses, los cortes de cerdo se escaparon, seguidos por el capón, el novillo, el maíz y la soja y de lejos por el dólar oficial.
Aumentos del cerdo máximo en pie y los precios al consumidor
Otra vez el precio de la carne al público subió más que el capón, a pesar de que ambos tuvieron un aumento muy importante. En lo que va del año el capón tuvo un alza del 23.5%, mientras que la carne al público fue del 39.0%. Cómo ya comentamos anteriormente, la suba al público fue por sensación y no por realidad, pudiendo generar en algunos cortes en particular problemas en la comparación con su similar del vacuno.
Comparación entre el cerdo y vacuno, vivo y media res
En estos primeros siete meses partimos de diferencias entre el cerdo en pie y el vacuno en pie de 15.4%, llegamos a casi 59.5% y hoy estamos en el 17.1%. Un sube y baja que tiene más responsabilidad del atraso del vacuno, que de la suba del cerdo.
Partimos de una diferencia el año del 48.3%, llegamos al 102.8% y hoy estamos en el 53.4%, nuevamente el sube y baja que vimos en los animales vivos, pero aún la diferencia es importante. La carne de cerdo hoy dejó de ser barata y pasó a ser solamente más accesible que la carne vacuna. Es importante comentar que, con el tiempo más allá de los sube y bajas, la tendencia es a separarse más, ya que es obvio que el costo de producción del cerdo es menor y la eficiencia es mayor, comparado con el vacuno.
Situación del mercado local e internacional
En vez de ser fines de julio o principio de agosto la recuperación del precio del cerdo en pie se adelantó 30 días. A su vez, informaciones falsas provocaron una sensación de aumento inminente que se reflejó en una suba compulsiva tanto en los cortes de carne de cerdo fresca, como en los fiambres y chacinados.
Un dato que podemos aseverar es el aumento de las ventas en negro (sin ninguna documentación o con documentación usada varias veces), siempre son los mismos lugares y la falta de control les permite seguir operando.
Las importaciones se han tranquilizado por distintas variables que van desde las restricciones a la obtención de divisas, al aumento de los precios internacionales y la desconfianza de venta a los ocasionales importadores por parte de las empresas de otros países (tienen miedo de no cobrar…). Pero no deja de mostrar que fue un problema muy serio y lo peor, sin sentido. Los cambios políticos, en un clima muy enrarecido por falta de conducción, vuelven a poner al país contra las cuerdas y en una comparación boxística, los argentinos somos lo más parecido a Rocky, recibimos una cantidad de golpes y nos seguimos levantando para recibir más golpes, pero con el convencimiento final que podemos ganar la pelea. Y ya nos pasó muchas veces… Dentro de tantas negatividades hay una positiva y es que el sector está creciendo, no de la forma que uno esperaría, pero creciendo al fin.
Las líneas de crédito ayudaron a pocos proyectos, pero por otro lado hay crecimientos que se apalancaron en otras actividades, especialmente la agrícola. La carne de cerdo sigue teniendo una de las mejores perspectivas para el aumento en el consumo local en los próximos años y no habría que dejar de lado la posibilidad de volver al camino de la exportación.
Este último se dará más temprano que tarde, por una adecuación de la relación del dólar con el peso y continuando con la positividad, esta posible devaluación podría encontrar al sector con un colchón para el salto al vacío y no simplemente un piso de hormigón. En este caso el problema más serio será el poder adquisitivo de los argentinos que, ya está mal y puede empeorar. Se está avanzando lentamente con los temas sanitarios, tanto la situación de retomar las importaciones de material genético desde Brasil, con nuevos requisitos, como en el tema de Peste Porcina Africana.
Sería un momento de acelerar los pasos. Estamos trabajando para continuar manteniendo el continente libre de PPA (Sólo está en la Isla Española, Rep. Dominicana-Haiti) y es una defensa del trabajo conjunto de 21 países de América, pero que también depende del trabajo en cada país.
Conclusión
Hubo una importante suba del capón que juntamente con la disminución de la cotización de los cereales dio resultados interesantes en el Margen Bruto expresado en dólares y permite acumular un colchón donde poder absorber alguna posible devaluación del peso con respecto al dólar que se podría dar en los momentos confusos y complicados de la política argentina.
La queda del vacuno en pie por segundo mes consecutivo pone en alerta al sector que debería mantener la diferencia en las cotizaciones. Increíblemente lo que ayudó en estos últimos meses, es que los precios del vacuno al público no bajaron y en algunos cortes subieron, manteniendo las diferencias como entre el asado ($1.200) y el pechito ($700/800). A pesar de la fuerte suba de los cortes más atrasados como el jamón y la paleta (45% del peso de la media res), siguen siendo importante las diferencias al momento de la venta.
Pero es una señal que no se debe dejar pasar y la palabra debería ser “recalculando”. Se demostró nuevamente que no hay una Cadena de Valor del Sector madura en la cual se puedan solucionar los problemas hacia adentro y aparecen los oportunistas, con intereses personales y mezquinos, que traten de generar el aumento de la grieta. Una mesa de diálogo sería interesante, el inconveniente son los interlocutores que se sientan a hablar.
Informe de Juan Uccelli