Escenarios desafiantes, variabilidad en los precios de la materia prima y constantes presiones internas y externas son los factores que los porcicultores enfrentan diariamente. Su mejor recurso para mantenerse competitivo en el mercado y sustentar su producción es la búsqueda de una mejor productividad. Cuando miramos la etapa de reproducción, está muy claro cómo el aumento en la productividad mejora la rentabilidad del sistema de producción. Destetar mayor cantidad de lechones por hembra, diluye significativamente el costo por lechón y aumenta el margen por cerda alojada.
La nutrición de hembras es una ciencia aparte y hoy pone a disposición del al productor diferentes tecnologías y estrategias que posibilitan el avance de la productividad por matriz alojada. La gran mayoría de los planteles de reproductoras de Argentina está constituido por cerdas de alto potencial genético. Son hembras que poseen la capacidad de parir un gran número de lechones por año. Pero entonces, si nacen más lechones por hembras, ¿por qué aumentar los destetados por hembra por año todavía es un desafío?
El aumento del número de destetados por hembra por año no fue acompañado proporcionalmente por el aumento en el número de nacidos por hembra.
Eso se debe a una mayor proporción de lechones que mueren en la maternidad. En los gráficos abajo, podemos observar que hubo un aumento del 16% en el número total de nacidos por hembra entre 2014 y 2020. Sin embargo, en ese mismo período, el aumento en las pérdidas fue del 38%.
Fuente: Agriness
Las causas de las pérdidas de lechones en la maternidad son consecuencia de natimortalidad y mortalidad pre destete. Las principales causas de natimortalidad son aquellas resultantes de la combinación entre partos más prolongados y falta de asistencia o asistencia inadecuada.
Los partos prolongados (>4-5 horas) son bastante comunes en hembras que producen camadas mayores. Las matrices en esas condiciones pueden llegar al agotamiento de reservas energéticas y la disminución del flujo sanguíneo entre el útero y la placenta, aumentando las chances de mala oxigenación de los fetos y como consecuencia mayor natimortalidad. Además de los nacidos muertos, que muchas veces es un gran desafío en las granjas, la mortalidad pre destete también puede ser un obstáculo para los productores que buscan aumentar los destetados / hembras / año.
Fuente: Quiniou et. al. 2002
Las dificultades enfrentadas por las hembras durante el parto no sólo afectan en número de natimuertos, sino también el número de lechones que se pierden en los primeros días de vida. Esto es porque, aunque sobrevivan al parto, los lechones que sufren con la mala oxigenación de los tejidos y/o el rompimiento precoz del cordón umbilical, pueden presentar baja vitalidad en las primeras horas.
Los lechones de baja vitalidad, aunque tengan buen peso, son animales que ingieren menor cantidad de calostro debido a su menor capacidad de succión, mayor tiempo para la primera mamada y menor competitividad para llegar a las tetas. En el gráfico abajo, podemos observar que la mortalidad de lechones que nacen por debajo de 1,2 kg. es significativamente mayor que la de lechones que nacen por arriba de 1,2 kg.
Los lechones de bajo peso al nacer son una realidad en las granjas de todo el mundo. Esto se debe, entre otros factores, a una menor capacidad uterina de las matrices de cerdas en soportar el crecimiento fetal de manera uniforme.
Así, cuanto más grande la camada, menor el peso promedio de los lechones y mayor proporción de lechones considerados de bajo peso, como se puede observar en los gráficos que siguen abajo. En ese sentido, diversas líneas de investigación buscan, a través de la nutrición, disminuir ese problema para que las hembras produzcan camadas más uniformes y de mayor peso al nacer.
Fuente: Quiniou et. al., 2002
Las estrategias nutricionales para mitigar este problema son efectivas cuando son acompañadas por un buen manejo de las hembras gestantes. Por ejemplo, para ese objetivo el mantenimiento de un plantel en buenas condiciones corporales es tan importante como los suplementos y/o estrategias nutricionales. Además, la sanidad del plantel puede afectar directamente el desempeño de la hembra en la maternidad como también las tasas de mortalidad y reposición de matrices que impactan mucho en los costos de producción.
Durante el período de gestación, la formación de la placenta y de los vasos sanguíneos que la irrigan son de gran importancia para la eficiencia placentaria, que no es otra cosa que la capacidad de la placenta en intercambiar gases y nutrientes entre los fetos y la madre. Buscando la optimización de esos procesos en el período gestacional, los suplementos nutricionales que favorecen y/o son precursores de óxido nítrico se muestran promisorios.
El óxido nítrico es un gas presente en la circulación sanguínea que promueve la formación de los vasos sanguíneos (angiogénesis). Los principales ejemplos en este caso son la L-arginina, la L-citrulina y otras fuentes de nitrógeno no proteico.
La formación de nuevos vasos y el aumento de su calibre también favorecen la irrigación de la glándula mamaria, lo que puede resultar en una mayor producción de leche cuando se aplican esas tecnologías en las dietas de lactancia. En todos los casos pero principalmente el de los aminoácidos cristalinos citados más arriba, la decisión de la utilización de esa estrategia debe ser criteriosamente evaluada en relación al retorno sobre la inversión, ya que los aminoácidos tienen un costo elevado.
La necesidad de alta eficiencia en el aporte de oxígeno y vascularización de los tejidos, es el foco de la nutrición de atletas de alta performance. Inspirados en este concepto, investigadores de Cargill desarrollaron una solución innovadora que actúa como precursora de óxido nítrico y mejora la viabilidad de lechones a través de los mecanismos citados más arriba. LivaPig mejora el peso al nacer de los lechones, aumenta la vitalidad y el vigor de los lechones nacidos y disminuye las pérdidas en el parto.
Fuente: Cargill
Además de los procesos de aporte de nutrientes y oxígeno, otros puntos que sirven de base para estrategias nutricionales que ayudan al desarrollo de los fetos son la partición de energía y el metabolismo de insulina. En ese sentido, el cromo y la L-carnitina, un aminoácido no proteico, pueden ayudar en el metabolismo energético y la tasa de ovulación.
Otro problema común, fundamentalmente en hembras por encima de la condición corporal ideal es la resistencia a la insulina, que de manera general perjudica el metabolismo energético. En la etapa de gestación también pueden utilizarse algunos fitogénicos que pueden tener efectos positivos sobre la digestibilidad de los nutrientes y sobre la resistencia a la insulina, lo que redunda positivamente en el consumo de ración diaria en la lactancia, como muestra el gráfico abajo.
Para el período de transición, que es el que antecede al parto pueden y deben ser adoptadas varias estrategias nutricionales con el objetivo de tener un parto de calidad, con formación adecuada de la glándula mamaria y un buen inicio de la lactancia. La utilización de fibras que promueven una lenta liberación de glucosa evita el agotamiento energético de la hembra durante el parto. En la dieta de transición, debe prestarse una especial atención al balance electrolítico y al balance de calcio / fósforo.
En el período de lactancia debe garantizarse de manera general un buen consumo de ración para que la hembra exprese su potencial productivo. Además de una dieta de calidad que atienda los requerimientos nutricionales del animal, son factores primordiales para el desempaño de la matriz, un buen manejo alimentario con estímulo al consumo, un ambiente de calidad, ración fresca y agua de calidad.
Resumiendo, las estrategias aplicadas en la gestación pueden contribuir a una mejora de la uniformidad de la camada y un mejor peso promedio en el nacimiento. Prestar especial atención en el período pre parto, puede evitar partos prolongados y disminuir riesgos de natimortalidad. Ya en la lactancia, la garantía de un consumo adecuado de una dieta balanceada garantiza una mejor producción de leche y un mejor desempeño de la camada.
Los elementos necesarios para el aumento en destetados / hembra / año de manera efectiva en la porcicultura actual son, lechones más uniformes, de peso por superior a 1,2 kg. que no sufran en el proceso de parto y hembras saludables sin problemas de consumo.
Ricardo Miranda García, Consultor Técnico de cerdos de Cargill Nutrición Animal