La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) difundió este martes su monitor porcino mensual en el que analiza los principales indicadores de esta actividad.
Y de los datos se desprende que los cerdos están siguiendo una trayectoria similar a la de los bovinos, con un crecimiento en la faena y de las exportaciones, pero un escenario de retraso en sus principales precios en relación a la inflación, lo que lógicamente pone en peligro la sustentabilidad económica de las granjas.
Faena
Según FADA, durante marzo la producción de carne porcina alcanzó las 65.243 toneladas, 21% más que el mes anterior y 4% por encima del mismo mes del año pasado.
En cabezas, fueron 699.104 los capones faenados, un 20% más que en febrero y un 5% por encima de marzo de 2022.
Así, en los últimos 12 meses, se produjeron 737.825 toneladas de cerdo, lo que significa un 6% más que en igual período previo.
La producción bovina, en tanto, marcó 1,29 millones de cabezas sacrificadas en marzo, un 23,1% más que en febrero y 12,5% más que un año antes; alcanzando una producción de carne de 293.000 toneladas.
Exportaciones
En este caso, los datos corresponden a febrero e indican un volumen exportado de productos porcinos de 1.157 toneladas, una baja del 16% frente a enero, pero un alza del 152% respecto al mismo mes del año anterior.
Así, el 2,17% de la producción se envió al exterior en el segundo mes del 2023, una proporción que supera con creces al 0,9% de 12 meses antes.
El problema, también al igual que en la carne bovina, es que en el plazo de un año la cotización promedio de la tonelada exportada se redujo 14%.
Pero aquí con un agravante: las importaciones siguen siendo superiores, algo que en la carne vacuna no sucede, ya que no se importan productos bovinos.
“Durante febrero de 2023 la balanza comercial porcina argentina fue deficitaria en U$S 3,9 millones. La balanza comercial es deficitaria desde julio de 2021”, advirtió FADA.
Precios
Y como se mencionó, al mirar la evolución de los últimos 12 meses, la cadena porcina también está perdiendo la carrera contra la inflación.
El capón en pie, por ejemplo, que sería el equivalente del novillito en la cadena bovina, subió 97% entre marzo de 2022 y mismo mes de este año, lo que significa en términos reales una pérdida de valor del 3,8%.
Y esto se trasladó a los valores al consumidor: el pechito de cerdo se incrementó 88% en un año, y quedó lejos por ejemplo del pollo, que es el único que superó la inflación, con un alza interanual del 120%.
“Al quitarle el efecto de la inflación, se observa que los precios (del cerdo) muestran un incremento real del 1% en relación al mes anterior y una caída del -8,2% con respecto al mismo mes de 2022”, resumió FADA.
https://twitter.com/FundacionFada/status/1650839577157054464
Tomado de Infocampo