El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Imida) comenzó a trabajar en 2008 en este proyecto piloto, que se enmarca dentro del programa Life de la Unión Europea y que ha precisado una inversión de 2.6 millones de euros, según precisa el portal mexicano Sin Embargo.
La planta permite la recuperación de energía a través del tratamiento de residuos y subproductos agrícolas y ganaderos, como purinas, cadáveres de animales o restos de podas.
Las instalaciones, ubicadas en el Centro de Gestión de Residuos de Lorca, albergan un sistema innovador para el tratamiento colectivo de residuos urbanos y de la actividad ganadera que reduce el volumen de los residuos al 1.1 por ciento.
El proyecto concluirá dentro de nueve meses
El director del proyecto, el investigador del departamento de Producción Animal del Imida, Juan Bautista Lobera, ha explicado que la planta funcionará a pleno rendimiento durante los próximos nueve meses, cuando concluirá el proyecto.
Cada tonelada de residuos se convierte en 11 kilos de cenizas que pueden ser reutilizadas en industrias cementeras, en el asfaltado de carreteras o como enmendante agrícola, pero reduciendo entre un 77 y un 89 por ciento las emisiones de carbono, en comparación con los habituales sistemas de incineración, y en el proceso se genera energía eléctrica y calorífica.
Además la planta se autoabastece de energía y genera un superávit energético del seis por ciento, por lo que según Lobera “en unos meses la planta podrá producir entre un 20 y un 25 por ciento de superávit en forma de biogás”.
Según las previsiones, con los residuos producidos en el municipio y la aplicación industrial de esta tecnología, se podrían obtener unas 4.600 toneladas de mezcla óptima, que una vez tratadas generaría electricidad para 2 mil 700 viviendas.
Inicialmente, la planta piloto solo tendrá capacidad para gestionar 36 mil 400 kilos anuales de residuos y subproductos ganaderos, lo que suponeel 0,002 por ciento de la masa total estimada que se genera cada año en Lorca.
En toda la Región se generan cada año más de cuatro millones de metros cúbicos de purines de cerdo y más de 136 mil 800 toneladas de otros residuos procedentes de mataderos de cerdos, hidrolizado de cadáveres de cerdos, restos de podas y jardines, maderas inservibles y lodos de depuradoras.
Para hacer posible el proceso los restos orgánicos de animales, desde sus excrementos a la sangre, el pelo o las pezuñas, son hidrolizados y se convierten en un líquido que se utiliza posteriormente en la codigestión con los lodos de depuradora y purines para producir biogás.
La codigestión es un proceso anaeróbico de fermentación de la materia orgánica mediante la acción de bacterias y microorganismosque se realiza en un tanque cerrado y da como resultado la obtención de biogás.