A raíz de una denuncia realizada por vecinos de la zona, Policía Ambiental inspeccionó una granja en la localidad de Isla Verde, a 313 kilómetros de la capital cordobesa. Según pudieron constatar los inspectores, el establecimiento generaba una importante contaminación por la presencia de animales muertos y desperdicios; quema de basura a cielo abierto. Además, la granja no contaba con la licencia ambiental, ni con la autorización para el vertido y las perforaciones expedidas por la Secretaría de Recursos Hídricas.
Adrián Rinaudo, director de Policía Ambiental, comentó que determinarán las medidas urgentes que el establecimiento deberá adoptar para normalizar su situación. “Se le exigirá al titular del que regularice la situación ante la Secretaría de Recursos Hídricos, y se iniciará el sumario administrativo correspondiente a través del cual se aplicarán las multas previstas”, afirmó.
Los agentes constataron que se trata de una granja de grandes dimensiones y capacidad. Cuenta con 11 mil animales distribuidos en trece galpones, seis lagunas para el vertido de efluentes y cuatro perforaciones de entre 12 y 15 metros de profundidad.