Hasta el momento, se corroboró que la actividad porcina está afianzada en la zona de San Ignacio, 25 de Mayo, San Vicente y San Antonio. Además que la carne de cerdo de la provincia no es la más requerida, debido a que “los misioneros producen lechón, cuando en la industria se requieren niveles más complejos y ciclos más cortos”, explicó Berger.
“Queremos incorporar genética de las breñas INTA, industrializar y comercializar cerdos, para dejar de ser simple productores para el autoconsumo. Hoy el cerdo es una carne muy bien vista en el mercado, por lo que no tiene techo”, observó. Para eso, según advirtió Berger, habrá que pasar del lechón al capón.
En primer lugar, para cambiar el tipo de producción es necesario tener la industria en la provincia. “Eso hoy es una nuestra limitante, porque para obtener carne de cerdo el productor tiene que implementar otro manejo en la granja y otros rindes. La provincia está pensando cómo hacer ese salto”, comentó el subsecretario de Desarrollo y Producción Animal.
Para lograr la industrialización, la provincia ya comenzó a trabajar con los frigoríficos, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y el Ministerio de Salud Pública. “El cerdo es un sistema de poca superficie y es rentable, solo hay que organizarse porque el mercado está. En cambio, el lechón no es rentable”, apuntó Berger.
“Necesitamos alimentos balanceados, logística y capacitación al productor. Hay zonas que están más avanzadas, como San Antonio y 25 de Mayo. Por ejemplo, los colonos de la última localidad mencionada venden a Cofra (Cooperativa Frigorífica de Alem) y a otros frigoríficos”, detalló. El siguiente paso es lograr que todos participen del negocio cooperativo.
Fuente: Radio Cataratas
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