“Hay una mayor demanda de carne porcina y como consecuencia un mercado más fluido para la colocación de los cerdos que en base a la lógica, debería verse reflejado en el precio pagado al productor”, dice optimista Uccelli.
El presidente de la Asociación asegura que “No hay cámaras llenas y la demanda estacional empieza a generar los resultados esperados. Los productores son tomadores de precio, pero pueden colaborar cada uno en su lugar, en la recomposición del precio general” y remata: “Una golondrina no hace verano, pero muchas, sí”.