Los márgenes económicos de granjas intensivas de cerdo se han deteriorado en forma significativa en los últimos meses. Sucede que la fuerte suba observada en los precios internos de granos y harinas, insumos de gran incidencia en los costos productivos de una actividad que convierte proteínas vegetales en proteínas animales, no ha podido ser compensada por el lado de los ingresos, que se mantienen estabilizados en un contexto de abundante oferta de carne al mercado interno. A su vez, la suba del precio del dólar también presiona sobre otros costos vinculados a la alimentación.
A la significativa reducción que muestran los márgenes se está sumando un problema asociado al IVA y a la forma en que éste impuesto recae sobre la actividad. Debe recordarse
que las ventas de cerdos están gravadas al 10,5% mientras que muchas de las compras de insumos o servicios al 21%.
En un informe anterior (Garzón JM y Rossetti MV, 2017) se advertía que las alícuotas diferenciales no generarían problemas si los márgenes se mantenían en terreno positivo y en cierto nivel, pero que podían generar saldos técnicos a favor del contribuyente (que sólo se pueden recuperar contra el mismo impuesto) en un escenario de márgenes más estrechos. También se hizo hincapié en que era muy importante que al mismo momento en que se bajara la alícuota del IVA ventas al 10,5% se garantizase la devolución del IVA inversiones en un plazo de tiempo razonable (6-12 meses). Lo que era una posibilidad y advertencia hacia fines de 2017 se está, lamentablemente, convirtiendo en una realidad en la actualidad.
De 12 casos analizados en este informe (granjas de distinto tamaño, productividad, localización y forma de acceder a los alimentos), 10 de ellos mostraban saldos de IVA a favor del contribuyente en abril de 2018, es decir estas granjas habrían pagado más IVA del que debían pagar. De acuerdo a las estimaciones estos saldos técnicos a favor se encontraban en un rango de entre $0,2 y $1,3 por kilo de cerdo producido.
Nótese que estos saldos de IVA generados en la operatoria son, en el mejor escenario, un sobrecosto financiero transitorio, mientras que en la peor situación se convierten un costo económico adicional; esto último sucede si transcurren varios meses con saldos del mismo signo. Otro problema de los saldos a favor es que impiden o demoran la devolución del IVA inversiones (importante para las granjas que se instalaron en los últimos años), concepto no contemplado en los números previos.
Como se deduce de lo anterior, solo 2 de los 12 casos analizados estaban con saldo de IVA en contra (habían recuperado todo el IVA pagado en sus compras y debían cancelar un saldo a favor del fisco), eran las dos granjas más grandes (500 madres), de alta eficiencia, que disponen de maíz propio (y por ende pagan un IVA menor al 10,5% sobre el cereal) y que pueden obtener la harina o el expeller de soja pagando un 10,5% de IVA.
Estimación de saldos técnicos de IVA en granjas porcinas
En el presente informe se actualizan estimaciones vinculadas a los saldos técnicos de IVA en granjas de producción intensiva de cerdos, tema que ya fuese tratado en otras oportunidades por IERAL. El cambio de escenario que enfrentan las granjas, con un deterioro importante de los
márgenes de explotación por un aumento significativo en los costos productivos, hace temer que el IVA haya dejado de ser neutral en la operatoria habitual de las empresas, generando saldos técnicos a favor del contribuyente que, como se sabe, no son devueltos por el fisco ni pueden ser aplicados al pago de otro impuesto más que al mismo IVA.
De suceder lo anterior, el IVA pasa a generar, en el mejor de los casos, costos financieros importantes y/o, en la situación menos deseable, costos económicos si la cuenta se mantiene a favor del contribuyente durante varios meses.
Al igual que en los trabajos previos, se trabaja con dos sistemas de producción teóricos o de referencia, dos establecimientos que operan bajo sistemas intensivos, uno de 250 madres con parámetros bajos de eficiencia (la productividad se ubica en 2.563 kilos/madre/año) y otro de 500 madres con parámetros altos (3.536 kilos/madre/año).
A su vez, para cada granja se consideran tres casos posibles vinculados a la obtención del alimento, en particular maíz y harina/expeller de soja, teniendo cada uno diferentes
implicancias en la generación del IVA crédito:
a) La granja no está integrada a la producción de granos, por lo que adquiere ambos
productos en el mercado. Debe pagar un IVA del 10,5% en la adquisición del maíz y
del 21% en la compra de la harina/expeller de soja;
b) La granja se encuentra integrada a la producción de granos, cuenta con maíz propio
y con el equipamiento necesario para procesarlo en su establecimiento, dispone de
soja pero no del equipamiento para procesarla, por lo que adquiere la harina / el
expeller en el mercado (IVA 21%). Afronta un IVA del 6% en el abastecimiento de
maíz2 y del 21% en la de la harina/expeller de soja;
c) La granja se encuentra integrada a la producción de granos, dispone de maíz y soja, cuenta con equipamiento para procesar el maíz y también logra hacerse de la harina/expeller de soja a un menor costo del IVA. Afronta un IVA del 6% en el abastecimiento del maíz y del 10,5% en el de la harina/expeller de soja.
En condiciones normales del mercado, una mayor distancia a Rosario reduce el costo de producción y por lo tanto el IVA crédito que acumula el productor. Las radicaciones supuestas son: 1) las inmediaciones de la localidad de Malena (sur de Córdoba) y 2) las inmediaciones de Rosario (Santa Fe). De lo anterior puede deducirse que quedan determinados “12 casos”, dados por los 2 tipos de granjas, las tres posibilidades planteadas en la adquisición del alimento y las 2 localizaciones supuestas.
Con respecto a la cuestión temporal, el análisis focaliza en los saldos técnicos de los meses de febrero y abril de 2018. Otra cuestión importante es que en el cálculo de los saldos de IVA sólo se considera el IVA a pagar en la operatoria habitual de las granjas, el IVA sobre los flujos de costos operativos y ventas. No se incluye el IVA Inversiones, aquel saldo a favor que pueden tener muchas granjas, que está pendiente de recuperación y que está asociado
al impuesto que se pagó en el momento en que se realizaron las inversiones (se construyó la granja).
Acceda al informe completo aquí
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