El sector porcino viene atravesando un año complicado porque la devaluación aumentó en forma vertiginosa la mayoría de los insumos que utilizan las granjas, que están dolarizados, y el precio de los capones no se incrementó en el mismo ritmo.
Un estudio de la Fundación Mediterránea, que analizó granjas de distintas escalas en el sur de Córdoba, reconoce que los márgenes fueron, en general, negativos para los productores pero también indica que a partir de septiembre, por primera vez en el año, los costos subieron menos que los ingresos (13% contra 16%).
“En octubre, además, los precios del capón porcino han seguido subiendo mientras que no así los valores de los granos y las harinas, por lo que es muy probable que los ingresos le hayan vuelto a ganar a los costos en este mes, confirmando la tendencia hacia la recuperación de los márgenes de la actividad”, indican Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti, los autores del estudio.
El trabajo recuerda lo que fue la coyuntura del sector porcino en lo que va del año. Las granjas de producción intensiva operaron con márgenes neutrales, “sin generar un excedente que compense el costo de oportunidad y riesgo del inversor”, y los establecimientos más pequeños directamente con los números “en rojo”.
Las cifras de septiembre, por ejemplo, marcan que fue otro mes con márgenes netos negativos. Las granjas de 500 madres y con niveles de eficiencia altos (3.536 kilos/madre/año) tuvieron una pérdida de $ 0,8 por kilo de capón y los establecimientos de 250 madres (que producen 2.563 kilos/madres/año) perdieron $ 9,1 kilo de capón.
“En el acumulado de los nueve primeros meses los márgenes de granjas de alta productividad se ubican entre $ 0,4 por kilo (positivo) para el establecimiento de menor escala y $ 2 por kilo para el de 500 madres. Los establecimientos de baja eficiencia, en cambio, acumulan pérdidas de entre $ 2,5 y $4 ,7 por kilo en los tres primeros trimestres del año”, precisa el estudio.
A pesar del incipiente cambio de tendencia en septiembre, aún con márgenes negativos, se se compara la evolución de ingreso y costos con el mismo mes del año pasado, se comprende claramente el deterioro de los números: mientras los ingresos de las granjas subieron un 45%, los costos lo hicieron a un ritmo del 97%, impulsados por el aumento del alimento para los animales, cuyo precio aumentó un 124% (tiene una participación cercana al 70% en los costos).
Como se explicaba, lo que cambió entre agosto y septiembre de este año, es que los costos productivos aumentaron un 13% y los ingresos un 16%.
“En octubre, los precios de capón porcino han seguido subiendo mientras que no así los de los granos, así que es muy probable que los ingresos le hayan vuelto a ganar a los costos en este mes, confirmando la tendencia hacia la recuperación de los márgenes de la actividad”, concluye el estudio de la Fundación Mediterránea.
Fuente: Clarín/Suplemento Rural