Desde la producción se estima que los rodeos deben incrementarse por encima del 40% para alcanzar un volumen necesario de 10 millones de cabezas
Los productores porcinos reclaman políticas de Estado a largo plazo con condiciones económicas y financieras apropiadas, para aprovechar la creciente demanda de proteína animal que exhibe el mercado mundial, especialmente China que sufre serias pérdidas por la fiebre porcina. Para atender dicha demanda, junto al creciente consumo interno, desde la producción se estima que los rodeos deben incrementarse por encima del 40% para alcanzar un volumen necesario de 10 millones de cabezas.
Según expresó Francisco Luna, directivo de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires -AProPorBA-, Argentina debe "aprovechar el viento de cola" que generará la demanda mundial de porcinos y "crecer en producción y en productores".
"El 70% del costo de producción de porcinos radica en la alimentación. Al reducir sus rodeos, los chinos van a dejar de comprar granos de soja o maíz, y es el momento de producir nosotros más proteína animal para vender al asiático en el corto y mediano plazo". Según explicó el productor, las condiciones para la producción en Argentina llevaron a que "unos 5.000 productores bonaerenses salieran del sistema durante el 2018, entre pequeños y medianos, algunos no vuelven nunca más y otros criaderos se pueden poner en funcionamiento nuevamente, pero necesitan condiciones de inversión".
El directivo de AProPorBA expresó a Infobae que hoy la producción porcina local enfrenta "un cuello de botella con el financiamiento: allí hay que generar políticas de Estado y no políticas de gobierno. Hay que pensar cuál será la política que se establezca a diez y veinte años. El primer exportador de cerdos de América Latina es Brasil, con un rodeo de 60 millones de porcinos mientras que Argentina cuenta con casi 7 millones. Deberíamos llegar a 10 millones de cabezas en el corto y mediano plazo. Hay que hacerse a la idea de que tenemos que crecer y necesitamos que pongan el dinero a favor del crecimiento productivo y no a favor de la especulación".
Según los últimos datos relevados por la Secretaría de Gobierno de Agroindustria, los números de comercio exterior para el sector porcino ofrecen un saldo positivo, ya que en el primer cuatrimestre del año las exportaciones aumentaron un 53% interanual en volumen -con la venta al exterior de 7.586 toneladas- y también un 48% en divisas respecto a mismo período del 2018. Al mismo tiempo la importación de este tipo de productos cayó un 17% en volumen, con la compra externa de 13.012 en enero-abril.
Esta situación se presenta cuando el mercado mundial se encuentra seriamente afectado por la crisis sanitaria que enfrenta China por la fiebre porcina africana, una plaga para la cual no hay vacunas y tras provocar la muerte de al menos un 30% de los rodeos porcinos chinos se disparó la alarma por su expansión por otros países del sudeste asiático.
"Hay que crecer –reconoce Luna-. Argentina no se autoabastece, somos deficitarios en carne porcina". Según datos oficiales, la faena porcina creció por encima del 28% desde el 2016 para superar actualmente las 620 mil toneladas anuales por habitante. El consumo interno también experimentó un crecimiento en igual lapso por encima del 30%, y hoy se ubica en casi 15 kilos anuales per cápita, sabiendo que se podría llegar en breve a un piso de 18 kilos. Desde el sector privado admiten que para atender el incremento tanto en el orden interno como externo, se deben desarrollar las condiciones de inversión para estimular dicho crecimiento.
Según explicó Luna, "el consumo interno va a seguir creciendo. Si el rodeo porcino en la Argentina hubiera seguido la curva de crecimiento mundial hoy en lugar de 7 millones de cabezas deberíamos contar con más 17 millones. Nos olvidamos de crecer durante mucho tiempo y es lo que hay que lograr para atender el consumo interno y la demanda externa".
En los años '90, Argentina contaba con un rodeo porcino de 4 millones de cabezas y en el comienzo del 2018 contaba con más de 6 millones, con un mercado interno que crece y que se vuelca de manera creciente a la compra de carne de cerdo fresca para el consumo doméstico.