Aseguró además que la caída del poder adquisitivo, el dólar y la exportación podrían ser los factores claves a la hora de fijar el valor del alimento.
La suba del dólar afectó de manera diferente a los distintos sectores productivos nacionales. Entre ellos, el porcino sufrió una situación ambivalente. Por un lado, aumentaron los costos de producción entre un 20% y un 30%, pero, por otro, se registró un alza en el consumo del producto.
Así lo aseguró Alejandro Lamacchia, presidente de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires, en diálogo con El Marplatense. El titular advirtió que, a pesar de la mejora en el consumo, los precios del producto podrían subir e incluso consideró que podría haber faltantes.
“El sector porcino esta preocupado por los aumentos de los costos de la producción, que van de la mano del dólar”, comenzó, y agregó: “El 70% del costo de producción del dólar se va en alimentación, soja y maíz, que están basados en el dólar, esto se ha volcado a los cortes, tras la última elección hubo un aumento del 20, 30% en los cortes en general, lo que impactó en la sociedad porque la gente tiene menos dinero”.
De acuerdo con el representante, la preocupación principal se encuentra relacionada con los precios del cereal. “Estábamos pagando una tonelada de soja 9 mil pesos y hoy la estamos pagando 15 mil, los valores son altísimos y eso se tiene que transmitir a la cadena de valor, a los cortes”, advirtió.
Otro de los aspectos que mencionó fue el de la exportación. “China ha tenido que sacrificar más de 200 millones de animales y necesita adquirir cerdos, Argentina no es un país exportador pero armó un consorcio que ha comenzado a exportar 18 mil toneladas el año pasado, 24 mil toneladas este año y tiene pensado exportar otras 30 mil toneladas”, explicó.
En ese sentido, resaltó que el 90% de los productores nacionales son pequeños y medianos, y que sólo otro 5% se encuentra en condiciones de exportar. “Toda esa mercadería que iba al mercado interno va directamente al externo y, por eso, el exportador mira para adentro y empieza a tratar de adquirir cerdos de medianos y pequeños productores”, dijo, y agregó: ” Ahora los grandes productores le ponen otro precio al kilo de carne para adquirir el poco cerdo que hay y poder abastecerse, por lo que obligatoriamente va a haber un faltante de cerdo y eso va a originar aumento de precios”.
Para Lamacchia, si se hacen comparaciones, “la carne de cerdo sigue siendo más barata, lo que hace que la gente se siga acercando y consumiendo”. Sin embargo, consideró que “la gente muchas veces mira el precio y no tanto la calidad”.
“El cerdo mantuvo el consumo siempre que tiene un precio menor al de la carne vacuna”, siguió. A modo de ejemplo, dijo que “si antes entraban 100 clientes y consumían un promedio de $300 por persona, hoy el promedio ha bajado un 50%”.
“Si a todo lo anterior se le suma el tema del dólar, evidentemente la carne puede llegar a aumentar mucho más de lo que ha aumentado”, concluyó.