Desde el Centro de Información de Actividades Porcinas (CIAP) conformado por grupos de trabajos del INTA y nueve universidades de Argentina y Uruguay que vienen trabajando en favor de un desarrollo sustentable del sistema agroalimentario porcino consideramos preocupante los anuncios de la cancillería sobre una asociación estratégica con China con un plan de inversión mixta entre empresas para producir con la introducción de 250.000 nuevas madres (50% más de madres que las que hoy tiene el país) en sistemas en confinamiento de gran escala.
En virtud de tomar contacto con esta noticia por los medios y redes sociales surgen algunos interrogantes como:
¿Qué instrumentos de salvaguarda tendrá el mercado nacional?
¿Qué pasara con los pequeños y medianos productores?
¿Qué exigencias se realizaran a los inversores en cuanto a localización, infraestructura, utilización de recursos y otros condicionamientos?
¿Cómo se protegerá el status sanitario de la Argentina ante semejante crecimiento?
¿Será una fuente de trabajo para los argentinos?
Entendemos que el Estado debe garantizar modelos de producción y consumos para el desarrollo de cualquier sistema agroalimentario, que amortigüen las dificultades del cambio climático, no contaminantes ni extractivistas de los recursos naturales; que satisfagan con alimentos sanos la seguridad y soberanía alimentaria; y la inclusión de pequeños y medianos productores.
Consideramos que las decisiones de esta magnitud deben ser tomadas en marcos más participativos como el ámbito parlamentario, contemplar la expresión de la comunidad científica vinculada a saberes que hacen a desarrollos sustentables, organizaciones de productores, industria y de otros actores sociales involucrados en los territorios.