El representante del INTA AMBA en el Comité Ejecutivo del Centro de Información de Actividades Porcinas (CIAP) realizó una nueva charla invitado por la gente de la Facultad de Veterinarias de Casilda UNR.
En relación al Sistema de Cama Profunda, Ariel Cogo explicó en Radio del Centro, que “se trata de un sistema bastante simple siempre pensando que el productor pueda llegar con poca inversión. Es un sistema que sigue los mismos parámetros que los túneles de viento de cama profunda que proponemos para las otras categorías: recría, germinación y gestación. En este caso lo adaptamos a la maternidad”.
“Es una categoría donde debemos atender tanto a la cerda como al lechón y por lo tanto, se necesita ser coherente en no modificar demasiado el sistema para que continúe siendo de baja inversión y de alta productividad, respetando el cuidado del medio ambiente asimismo el bienestar animal”, esgrimió Cogo, y agregó: “De a poco lo vamos logrando, es un camino que recién iniciamos pero queremos compartir los avances con los productores”.
“Nuestro ámbito de trabajo continúa siendo la mitad norte de la provincia de Buenos Aires pero por nuestra tarea en INTA en el Programa Nacional de Cerdos andamos por todos lados”, comentó el médico veterinario.
Asimismo, expresó: “Con los modelos productivos acompañamos a productores de distintas escalas para mostrar diferentes ejemplos en relación a cómo sería el ideal, optimizar los recursos que tenemos en las granjas sin hacer grandes inversiones”.
“Hay un gran componente de extensión en el brindar capacitaciones y es contar a los productores en su idioma aquello que nos encontramos investigando, que forma parte de nuestra labor dentro del INTA, y después está toda la parte institucional participando en distintas mesas. Es bastante variado el trabajo”, precisó.
Seguidamente, expuso: “En Argentina trabajamos el sistema de producción en cama profunda con túneles de viento. Básicamente es un galpón con forma parabólica, la mayoría tiene cobertura de nylon, tienen un bajo costo, en forma de arco y predomina el largo sobre el ancho”.
“Aquello que buscamos es que el viento haga un efecto túnel dentro y se lleve los gases que respiran los animales para que la calidad del aire se mantenga saludable para ellos”, mencionó.
Además, resaltó: “A bajo costo se puede tener un ambiente a veces superior al que se logra en un galpón cuando las inversiones quedan a mitad de camino”.
“La cama profunda obedece a que en ese galpón se coloca una cantidad importante de material grosero que, en nuestra zona, recomendamos paja de trigo porque es lo más abundante pero a lo largo del país se utiliza aquello que está disponible”, remarcó, y añadió: “Debe ser un material grosero que sea absorbente, en la medida de lo posible no sea comestible para los cerdos y que se encuentre accesible al productor en cantidad durante todo el año”.
“En Mendoza se utiliza lo que queda del racimo de la uva cuando se industrializa, en el norte se usa mucho la hoja de tabaco cuando se clasifica y éstas quedan como subproductos, en otros sitios utilizan viruta e incluso hasta papel picado”, desacribió.
En tal sentido, subrayó: “cualquier material que absorba la orina y heces de los animales, luego con el pisoteo y humedad existente empieza un semi compostaje; con la facilidad que esos galpones en manejar un efluente líquido como pasa en una pista de engorde se maneje un efluente semisólido que es mucho menos abundante en volumen y mucho más fácil para el manejo de los productores”.
“Se saca con una pala, se limpia únicamente dos veces al año y en nuestro caso en el AMBA adaptamos las instalaciones que a nosotros nos quedaban grandes porque los túneles son sobredimensionados”, acotó.
“Por lo tanto, a través del convenio con una empresa adaptamos esa tecnología a los pequeños productores para probar túneles mucho más pequeños, que son móviles y en lugar de mover la cama, se mueve la estructura (4 por 4 metros) comportándose de la misma manera, comprobadamente, que un túnel grande y supone una mejora importante para los pequeños productores”, espetó.
Por último, consignó: “Tratamos de hacer recomendaciones que no estén relacionadas a un gran paquete tecnológico, a una gran inversión en infraestructura que genera más inconveniente que beneficios, sino cuestiones de manejo que se puedan ir variando de acuerdo a la estación del año y eligiendo genética incluso que se acomoden a los sistemas de producción y no a la inversa”.
Diario La Campaña, de Chivilcoy