El consumo de carne aviar en Argentina por primera vez igualó al de carne bovina, en 50 kilos por persona, de acuerdo a las cifras oficiales. Según datos oficiales, se consumen unos 100 kilos anuales por persona entre pollo y carne fauna, a los que se suman unos 17 kilos de cerdo y 2 kilos de ovino. El alto precio de la carne vacuna influyó en lograr estos datos, al igual que la difusión de que el pollo es más sano, según indicó el sector.
Según Agencia NA, hasta hace algunos años había una diferencia de 30 kg entre las dos carnes, que se fue achicando paulatinamente hasta que llegaron a unificarse. Ahora, el precio está a favor del pollo en el mercado interno porque cayeron las exportaciones por la pandemia, según los datos de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA). Además, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) indicó que la carne vacuna mantiene el ritmo en exportación.
Desde 1960 a la actualidad se pasó de una producción de pollo, cero, bovino y ovino de 87 a 430 millones de toneladas en el mundo, según datos de cámaras avícolas y de carne vacuna. En base a estos datos, el consumo se multiplicó por cinco, el doble del ritmo de crecimiento de población mundial. Que de 3.000 millones pasó a 7.500 millones de personas.
Asimismo, las entidades explican que el incremento de consumo tiene relación con que en china, millones de habitantes pobres rurales se transformaron en clases medias urbanas que requieren mayor consumo de proteínas animales, de acuerdo a informes. Por otra parte, tiene que ver con la transformación de insumos en carnes. Para obtener un kilo de carne de cerdo, se necesitan 3 kilos de alimento balanceado, en pollo dos y en peces forrajeemos (tilapias y carpas) poco más de un kilo.
En cambio, en bovinos y ovinos en feedlot (engorde a corral), es necesario unos 7 kilos de granos sobre todo maíz, cuyo precio es elevado. Mientras tanto en el mundo, el pollo es la carne más producida desde hace un par de años. Además de de esta tasa de incrementos, también se registró una baja en la producción de cerco a partir de la fiebre porcina africana en China y otros países.
Por El Intransigente