Ser vegano es una elección en la vida e implica renunciar a integrar la estrategia alimentaria sin productos de origen animal, y esto es respetable. Y además implica castigar a quienes no hacen lo mismo, y eso no debe ser aceptado así nomás.
Es más, se podría aceptar que los y las argentinas son uno de los pueblos que más proteína animal incluyen en su ingesta energética y podríamos diversificar más el soporte alimentario cotidiano. Ahora, la pretensión de imponer nuevos modos, elecciones alternativas de consumo a presión que, por supuesto, moviliza intereses económicos de nuevo tipo.
Sabemos que la ganadería es una actividad de alto impacto ambiental pero también es real que este sector ha introducido nuevas prácticas con resultados muy interesantes, donde se crece en volumen de producción manteniendo contenido el daño ambiental.
Pensemos por un momento que llevamos más de un siglo quemando combustibles fósiles y cada día asistimos a nuevas inversiones de exploración y extracción de un petróleo que está entre piedras, a 3 mil metros de profundidad, es de dudosa calidad y de muy dificultosa refinación.
De todos modos, Alberto Fernández recibió a dos referentes del veganismo que le entregaron medio millón de firmas para que se oponen a las inversiones chinas para megagranjas para producir reses porcinas para abastecer la demanda en Oriente lejano.
La reunión fue hace dos semanas y se difundió a partir de publicaciones de la organización vegana en redes sociales.
"El Presidente recibió el petitorio, pero la Cancillería va a seguir trabajando en el acuerdo con China por las granjas", le aseguró al diario Clarín un vocero gubernamental aunque miembros de la Unión Vegana aseguraron en su página de Facebook que el Presidente les aseguró que el Gobierno “no va a promover modelos industriales de producción de ganado porcino que puedan poner en riesgo la salud pública”.
"La reunión fue muy positiva, y el Presidente de la Nación se mostró muy interesado en todo lo que se habló y se comprometió a trabajar para dar pasos en esa dirección", consignaron los militantes que combaten el consumo de carne y productos alimenticios de origen animal.
Kulfas asegura que el proyecto sigue en pie
Tras el encuentro que mantuvo el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada junto a la Unión Vegana Argentina, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró a Página 12 que avanza el desarrollo de granjas porcinas, que la Argentina lleva adelante como parte del objetivo de consolidarse como proveedor a China.
"El proyecto sigue en pie", afirmó el ministro y aclaró que lo que se está buscando "es desarrollar inversiones en el sector frigorífico" que permitan complementar la cadena de valor. A su vez, enfatizó que la iniciativa se debe desarrollar en "óptimas condiciones ambientales".
Todo ayuda a mejorar
El proyecto inicial de megagranjas argenchinas va mejorando cada semana y hay muchos actores económicos, culturales y sociales que contribuyen a mejorarlo. Los empresarios locales se sintieron “tocados” y pusieron las barbas en remojo prometiendo nuevas inversiones. La verdad es que la tasa de inversión en un negocio tan prometedor estaba muy por debajo de la rentabilidad que mostró el capón en estos últimos 15 años.
También las cooperativas y lo pequeños productores se organizan y quieren ser actores protagonistas de este proyecto de arraigo, agregado de valor y dignidad.
Quien está bajo la lupa es el canciller Solá pero ese es otro tema.
Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos
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