“Hablar de perspectivas en un escenario pandémico es arriesgado por el grado de incertidumbre que propone el escenario mundial pero de todos modos es posible trazar algunas líneas sobre lo que viene para el sector”, comenzó el economista.
Las publicaciones económicas del FMI dan cuenta que solo la economía china se mantuvo en índices positivos en una economía mundial que se derrumbó. “El sudeste de Asia va a crecer muy por encima del promedio mundial mientras Europa retrocede y EU quedará a mitad de camino. A la salida de esta crisis se comprobará que el sudeste asiático mostrará dinamismo y crecimiento: vive allí un tercio del planeta y traccionará la demanda mundial de proteína animal”, predijo Seggiaro.
La semana pasada la FED señaló que va a sostener tasas al 0% hasta el 2023 a menos que haya cambios sensibles en el escenario mundial, lo que significa una liquidez inmensa producto de la emisión sin freno que hubo en la pandemia. Frente a esto, los inversores busca otros activos y entre ellos acciones, bitcoins y commodities. “En los commodities también hay un componente especulativo. El avance de estos precios tiene un 50% de composición especulativa”, cuenta el economista.
El maíz y el Gobierno
“Vistos en mayo y setiembre los precios van a la baja pero los precios altos tienen sustento de aquí a fin de año. Esto será así pero contará con alta volatilidad producto del ingreso y salida de fondos especuladores. Atento, que la competencia por lotes se pondrá difícil para productores de proteína animal”, previno Seggiaro.
En Argentina en una buena parte de los productores porcinos les interesa mucho lo que pase con el consumo interno. “Subir 7 escalones este año será subir para situarnos en el sótano, no podemos hablar de crecimiento en sentido estricto”, aclara Seggiaro y razona: “En los últimos tres años el salario decreció mucho.
En 2012 creció y desde allí viene bajando. El 42% de la sociedad argentina está debajo de la línea de pobreza. Arroz, fideos y polenta en lugar de carne vacuna. Este año mejorará un poquito pero será apenas un pasito adelante”, avizoró y adelantó que no cree que este año mejore el ingreso de los sectores asalariados puesto que la inflación no permitirá mejoras reales en salarios y haberes.
“En marzo tuvimos otro 4,8% de inflación. El primer trimestre es de casi 13% y está amenazando el pronóstico del ministro Guzmán. El gobierno argentino se metió en un brete: un 29% es imposible de cumplir y por ello va a tratar de frenar los incrementos de precios (precios cuidados y otras medidas) y su estrategia será pisar el precio del dólar como elemento dinamizador de la crecida de precios”, puntualizó.
Preocupa la estrategia antiinflacionaria del Gobierno. Muchos controles, mucha intervención, freno y regulación. Particularmente en alimentos de la canasta. Esto es muy preocupante, pues hay demanda creciente
“A mediano plazo soy optimista, creo que este proceso nos dará un rol más importante como exportadores. Pero atentos!! Hay que ganar eficiencia: el sector avícola no se tira nada!, las plumas van a harina mientras que en el sector porcino va mucha plata al biodigestor. Necesitamos inversiones pero solo la conseguiremos si ganamos mucho en eficiencia!”, aconsejó.
Precios o cantidades
Si el gobierno regula mucho veremos desabastecimiento parcial, ya lo vemos y lo seguiremos viendo, y no solo de bienes finales sino también intermedios. El Gobierno piensa en acuerdo con las cadenas, lo hizo con exportadores de soja y girasol, armó fideicomisos para subsidiar aceites en góndola. Ahora, el maíz es otra cosa pues integra cadenas y son muchos actores quienes tienen que firmar el acuerdo.
No tan carnívoros
En los últimos años se ha producido una caída en el consumo de carne vacuna en el mercado interno y otras carnes van a integrar la estrategia alimentaria. El pollo supera a la vacuna y los cortes de cerdo participan más activamente en el consumo local. “La carne vacuna es un delicatesen, pues transforma grano ineficientemente”, compara
Se habla que pronto tendremos unos 30 kilos de carne de cerdo por habitante. Las exportaciones vacunas crecen, hoy esportamos un 30% de lo que producimos y esa tendencia no parece detenerse, pues “la carne vacuna ha ido perdiendo peso como emblema alimentario, ya no tiene el peso específico de 10 años atrás”
Seggiaro señala que de cara a los próximos meses ve un problema de oferta de carne vacuna, los feedloteros disminuyeron los niveles de reposición y por lo tanto la oferta cae. Esto, por ahora es una buena noticia para el sector porcina
Por primera vez se extingue la importación de carne porcina pues Brasil está asistiendo fuertemente a China y ha perdido interés Argentina como mercado.
Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos