Las importaciones combinadas de cereales de China se proyectan en un nivel récord en 2020/21 impulsadas por la demanda de forrajeros. Este repunte ha estimulado parcialmente el comercio de cereales y ha elevado los precios en el mercado mundial, según datos del USDA.
Se proyecta que las importaciones chinas de cereales para 2020/21 (octubre-septiembre) sigan subiendo, reflejando el nivel observado en 2014/15 cuando las importaciones se dispararon debido a los fuertes precios en el mercado interno.
El aumento para 2020/21 está respaldado por una fuerte recuperación en el sector porcino, que ha estado impulsando al alza la demanda de forrajes. Los precios del maíz en el mercado interno se han recuperado desde febrero, y en octubre llegó al precio más alto desde agosto de 2015.
Las mayores importaciones son impulsadas principalmente por el maíz. Hasta principios de noviembre, que indican que las importaciones superarán con creces el nivel de la cuota arancelaria (TRQ) en el año calendario 2020. Según declaraciones públicas que indicarían que la Comisión Nacional de Reforma del Desarrollo, la autoridad que rige los contingentes arancelarios, ha asignado una cuota adicional.
Las importaciones de trigo de China de 8,0 millones de toneladas en 2020/21 se estiman en su nivel más alto en 25 años, ya que las empresas comerciales estatales están ayudando a impulsar las existencias nacionales y aprovechando los suministros extranjeros a precios competitivos contra el mercado interno, señaló el USDA.
China está aprovechando esta oportunidad de arbitraje entre el precio interno y el precio de importación para ayudar a reemplazar y reconstruir las reservas gubernamentales. Además, las compras nacionales de trigo del gobierno se redujeron en más de 13,5 millones de toneladas en comparación con el año pasado, lo que incentivó aún más el aumento de las importaciones.
La producción mundial de maíz para 2020/21 se proyecta prácticamente sin cambios en 1.144 millones de toneladas. Las perspectivas de cereales para 2020/21 apuntan a una producción esencialmente sin cambios por el momento, un mayor comercio y existencias finales más pequeñas en relación con el mes pasado.
Muchos países importaron volúmenes récord de maíz, a pesar de las preocupaciones iniciales sobre una posible desaceleración en el uso de alimento debido al COVID-19. Para 2020/21, varios analistas sostienen que el comercio mundial de los principales cereales forrajeros crecerá significativamente con respecto al año anterior.
El Departamento de Agricultura de EE. UU., en su informe mensual WASDE de diciembre, elevó su perspectiva para las importaciones de maíz de China a 16,5 millones de toneladas contra 13,0 millones de toneladas de su informe anterior, pero aún por detrás de una estimación del informe adjunto del USDA de China de 22,0 millones de toneladas. Asimismo, más importaciones chinas de cebada y sorgo significan que el país asiático está en camino de traer una cantidad récord de suministros de cereales forrajeros.
Según los últimos datos publicados por la aduana de China, en noviembre de este año China importó 800.000 toneladas de trigo, un aumento del 88% respecto al mismo período del año pasado. Las tres principales fuentes de importación fueron Estados Unidos (37%), Canadá (25%) y Francia (24%), mientras que la participación de Australia cayó a menos del 0,1% informaron analistas.
De enero a noviembre de 2020, China importó un total de 7,28 millones de toneladas de trigo, un aumento del 165,7% con respecto al mismo período del año pasado y más del doble del volumen total de importación de solo 3,2 millones de toneladas en 2019 según analistas privados.
Desde mayo de este año, las importaciones chinas de trigo mensuales se han disparado año tras año. Además de la demanda de trigo de alta calidad, el crecimiento de la demanda de trigo forrajero también ha jugado un papel importante en el aumento de las importaciones de trigo este año.
El informe semanal de ventas de exportación del Departamento de Agricultura de EE.UU. muestra que para la semana que finalizó el 17 de diciembre, las ventas netas de exportación de trigo de EE.UU. a China fueron de 2,2 millones de toneladas para el año de cosecha 2020/21. El USDA proyecta que las importaciones de trigo de China alcanzarán los 8 millones de toneladas en 2020/21.
El 23 de diciembre, 4.03 millones de toneladas de trigo almacenado por el gobierno de China bajo el esquema de precio mínimo de compra se subastaron según lo programado y el volumen de oferta fue de 460.000 toneladas, con una tasa de oferta del 11,41%, que fue la quinta semana consecutiva de descenso.
Desde octubre, se ha vendido un total de 13,73 millones de toneladas de trigo almacenado por el gobierno en seis provincias de China. Según información privada, se estima que las existencias restantes de trigo almacenado en China serían de 77,6 millones de toneladas de trigo.
Según las estadísticas de aduanas, las importaciones de maíz de China alcanzaron 1,23 millones de toneladas en noviembre de 2020, un aumento del 7,89% con respecto al mes anterior. Las importaciones acumuladas de enero a noviembre fueron de 9,04 millones de toneladas, un aumento del 122,81% interanual según información de analistas del mercado de China.
China proyecta una producción de 260,67 millones de toneladas de maíz en 2020, el segundo mayor productor del mundo, pero muchos analistas dudan de estos números de producción con los mismos rindes que el año pasado y lo ven demasiado alto ya que China sufrió tres tifones seguidos y una gran inundación. También varios dudan sobre la calidad de las reservas de cereales en China.
China estabilizará su producción de granos en más de 650 millones de toneladas por año durante el período 2021-2025 según el ministro de agricultura de ese país, informaron medios estatales.
La nación asiática superaría a Estados Unidos para convertirse en la economía más grande del mundo en 2028, cinco años antes de lo previsto anteriormente, según un informe del think tank del Centro de Investigación Económica y Empresarial (CEBR) del Reino Unido de la semana pasada.
Varios analistas están publicando nuevas estimaciones del balance de cultivos. Se proyectan pocos cambios para los balances generales de maíz con volúmenes adecuados para las existencias finales y no un nivel que justificaría un racionamiento de precios en EE.UU.
Lo mismo ocurre con el trigo, donde se espera que las existencias se mantengan cerca del 40%. Las perspectivas para el complejo de la soja son más preocupantes para el mercado en EE.UU. Incluso si se espera que las hectáreas suban en EE.UU. para este año, es probable que los balances de soja no superen su actual 3.9%.
De hecho, casi todos los analistas esperan que las existencias finales se reduzcan durante 2021 incluso con una producción elevada a medida que la demanda sigue aumentando. Cualquier indicio de que las existencias finales reales más bajas, vamos a ver en el mercado un mayor interés de compra.
El país más observado por la demanda de maíz es China, lo que no es sorprendente. China ha reducido su producción de maíz en los últimos años al mismo tiempo que ha aumentado su consumo de maíz según el mercado. Esto ha provocado que el inventario nacional de maíz en China cayera a un nivel críticamente bajo y llevó los valores a máximos históricos. China ahora necesita importaciones de maíz no solo para satisfacer la demanda sino también para generar reservas.
Brasil está cerca de un acuerdo que permitiría al segundo exportador de maíz más grande del mundo impulsar las ventas del grano a China, una medida que podría amenazar el dominio de los EE.UU. mientras que la Argentina parece tomar el camino contrario con políticas ya conocidas por todos que no tienen ningún éxito en absoluto. Volvemos a ver políticas de Estado equivocadas y contrarias al sector más eficiente de la economía de la Argentina.
Fuente: Diario Clarin ( www.clarin.com )
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