La nueva vacuna fue elaborada a partir de un componente llamado quitosano, obtenido del exoesqueleto de crustáceos, el que en esta investigación fue modificado químicamente, por lo que a diferencia de las actuales inyecciones produce una respuesta inmune más robusta y duradera en el tiempo contra el llamado Complejo Respiratorio Porcino (CRP).
Académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) elaboraron una nueva vacuna contra el Complejo Respiratorio Porcino (CRP), mediante un novedoso proceso que modifica químicamente un material proveniente del exoesqueleto de crustáceos. La tecnología, recientemente patentada por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), representa un significativo aporte para combatir esta patología que afecta gravemente la producción comercial de cerdos a nivel global.
El proyecto fue posible gracias a la colaboración de tres laboratorios de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile, que permitió elaborar una vacuna de administración vía mucosas, de uso veterinario, contra el Circovirus porcino tipo 2 (PCV2) y otros patógenos asociados al Complejo Respiratorio Porcino (CRP), enfermedad de naturaleza multifactorial que genera un gran impacto en la industria porcina a nivel mundial. La promisoria tecnología, desarrollada en el marco de dos Proyectos Fondef, busca generar una contribución de alto impacto en la producción animal y la salud pública.
La iniciativa fue liderada por los académicos Dr. Sergio Bucarey Vivanco, del Centro Biotecnológico Veterinario (Biovetec), como director del proyecto; el Dr. Andrónico Neira Carrillo, del Laboratorio Polyforms, como director alterno; y el Dr. Víctor Neira Ramírez, de la Unidad de Virología Animal, como investigador principal del proyecto. En la creación de esta vacuna, además, participaron cuatro estudiantes de pregrado, uno de doctorado, un postdoctorado y dos técnicos.
Dr. Bucarey, Dr. Neira Carrillo, Dr. Neira Ramírez. Foto: U. de Chile
“La nueva tecnología es una alternativa que ha sido largamente explorada por este equipo de investigadores, quienes persiguen el desarrollo de vacunas de administración vía mucosas (oral/nasal) para la industria ganadera, pues esta vía de aplicación permitiría obtener inoculaciones más eficaces y disminuir costos indirectos asociados a la vacunación por vía inyectable, como son tiempo, trabajo e infraestructura, la inducción de la respuesta inflamatoria e inclusión de cuerpos extraños en el sitio de inyección, así como el estrés derivado del manejo animal”, sostuvo el Dr. Bucarey.
“La formulación de la vacuna se desarrolló a través de un componente, llamado quitosano, obtenido del exoesqueleto de los crustáceos, el que en esta investigación fue modificado químicamente por lo que a diferencia de las actuales vacunas produce una respuesta inmune más robusta y duradera en el tiempo”, sintetiza el Dr. Neira Carrillo.
“Con esta tecnología queremos cubrir una serie de patógenos que tienen algo en común, que es el receptor celular H, el cual permite el ingreso del virus al organismo y su reproducción”, puntualizó el Dr. Bucarey, quien agrega que actualmente se trabaja en una nueva formulación multivalente con cobertura contra varios patógenos respiratorios porcinos, basándose en esta premisa.
Controlando el Complejo Respiratorio Porcino (CRP)
El CRP es una de las patologías que más afecta la producción comercial de cerdos a nivel mundial. El equipo de investigadores lleva varios años estudiando la variabilidad, secuenciación y fenotipo de los virus y bacterias asociadas a este complejo para desarrollar una vacuna multivalente que permita controlar la infección de estos patógenos en los planteles.
“Uno de los patógenos relacionado al CRP es el PCV2, que inició el proceso de patentamiento. Se trata de un virus ubicuo, es decir, está en todas las explotaciones porcinas. Su nombre es PCV2, y puede causar diferentes signos y síntomas clínicos, el principal es el Síndrome de Desmedro Multisistémico Post Destete (PMWS, por su sigla en inglés)”, especificó el Dr. Víctor Neira. El académico destaca que para que este virus desencadene y facilite los contagios en un plantel deben coincidir diferentes factores, tales como hacinamiento, mala ventilación, presencia de otros patógenos, y sobre todo la no vacunación.
Por otra parte, enfatiza que se trata de un virus específico de los cerdos y no representaría riesgo de transmisión a los humanos. Sin embargo, cuando un plantel presenta signos clínicos, esto genera importantes pérdidas económicas. Los cerdos presentan decaimiento y fallas multisistémicas que complejizan su supervivencia y se convierten en potenciales agentes de contagio.
La tecnología desarrollada por los investigadores de Favet se constituye, de esta manera, en una de las principales medidas para controlar el contagio de este virus en los planteles de producción de cerdos, cuyo costo económico puede superar los 25 mil dólares (USD) anuales si se pierden entre 500 a 1.000 hembras, de acuerdo a una estimación hecha en Brasil, la cual sería sobrepasada en el caso de Chile.
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