Factores como la alta rotación, la escasez de mano de obra y la necesidad de mejorar la productividad de los equipos animan a las empresas a buscar formación en inteligencia emocional.
En la ganadería porcina, esta necesidad también está latente. El XVI Congreso de Reproducción Porcina, Dr. Santiago Martín Rillo, previsto para los días 28, 29 y 30 de marzo de 2023, en Foz do Iguaçu – PR, profundiza el tema. El precongreso, a realizarse el 28 de marzo, de 8:00 a 12:00 horas, abordará el “Impacto de la inteligencia emocional y el perfil conductual en los resultados productivos de la porcicultura”.
El precongreso será impartido por un equipo de tres especialistas: Estevão Lopes y Angela Honigmann, especialistas en desarrollo humano vinculados a Florida Christian University (FCU), institución de referencia mundial en el tema. También son expertos en la herramienta de perfilado de comportamiento SOAR. La veterinaria y especialista en desarrollo humano, Andréa Silvesrim, autora del libro Mulheres Extraordinárias, también interactúa en el evento que precede al XVI Congreso de Reproducción Porcina.
Según Estevão Lopes, profesor de la FCU, el punto central del precongreso es ofrecer herramientas para la inteligencia emocional y el perfil conductual de los equipos, y con eso repercutir en un mejor resultado en las fincas. “Las personas que gestionan mejor sus emociones y entienden que existen diferentes perfiles de comportamiento, consiguen resultados mucho mejores”, afirma.
Después del trabajo que involucra la inteligencia emocional y el perfil de comportamiento de los profesionales, la productividad aumenta entre un 30% y un 40%, dice Estevão Lopes, con base en su experiencia de más de diez años en el área. “La persona reconoce su perfil de comportamiento y el de sus compañeros, consigue gestionar sus emociones, mejora la relación y los resultados son fantásticos”, afirma. “Sobre todo en la porcicultura, sabemos que el sentimiento humano acaba pasando a los animales, porque estamos trabajando con vidas”, destaca Estevão Lopes.
El gerente que puede identificar el perfil de comportamiento de su equipo puede asignar mejor a las personas dentro del proceso y automáticamente impulsar los resultados productivos. “Una persona con problemas personales, por ejemplo, cuando no sabe gestionar sus emociones, acaba llevándoselo al trabajo y eso se refleja en todo el proceso”, argumenta.
“Trabajamos con la gestión de emociones para potenciar los resultados”, completa Lopes.
Las personas que pasan por un programa como este tienen resultados como:
– Mayor compromiso y engagement con el negocio;
– Pueden manejar mejor sus emociones frente a problemas y desafíos;
– Asumen su propia responsabilidad;
– Se comunican mejor;
– Se vuelven más flexibles ante los desafíos y comportamientos de los demás;
– Mayor retención de mano de obra.
“Trabajamos al profesional más allá del trabajo, trabajamos al ser humano de forma sistémica”, concluye Estevão Lopes.