Los doctores Enric Mateu y Alberto Allepuz, ambos docentes de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigadores de CReSA (organismo español equivalente a Senasa), cuentan a TodoCerdos la experiencia de España con la enfermedad de Aujeszky y su erradicación.
TodoCerdos: ¿Cuáles son los síntomas a los que debe prestar atención el productor?
Enric Mateu: En el caso de que aparezca la enfermedad, nos vamos a dar cuenta porque va a haber un grave problema de abortos, las cerdas van a abortar lechones momificados, de un color negro y como acartonados; vamos a tener muchos animales con signos nerviosos de la enfermedad, que van a morir presentando convulsiones y en la etapa de engorde son comunes las enfermedades respiratorias y las infecciones asociadas a ello.
TodoCerdos: ¿Cuál es el impacto a nivel productivo en la granja?
Enric Mateu: En la granja que no toma ningún tipo de medidas, el impacto va a ser realmente importante. Por una parte vas a perder producción ligada a los abortos, y por supuesto a la mortalidad posterior en animales de engorde debido a los problemas respiratorios. Económicamente el impacto es importante. También es cierto que una vez que se inicia un programa de vacunación y de control el impacto económico disminuye sustancialmente.
TodoCerdos: En España hoy la enfermedad está erradicada, ¿Cómo lo lograron?
Alberto Allepuz: Las medidas que se tomaron estuvieron basadas sobre todo en la vacunación y luego en los controles de movimiento entre granjas, se prohibían movimientos entre granjas con distinto status sanitario, o entre zonas que tenían animales positivos y otras zonas libres; y sobre todo con un reforzamiento de las medidas de bioseguridad. También hubo que sentarse entre todos los productores para ponerse de acuerdo y aunar esfuerzos para tirar el carro hacia el mismo sitio.
TodoCerdos: ¿Cuánto tardaron en erradicarla?
Alberto Allepuz: El problema de Aujeszky empezó en el año 1995, y por ejemplo en Cataluña, que es la zona en la que yo lo he investigado, no fue hasta el año 2004 que realmente empezó a bajar el porcentaje de granjas infectadas. Luego en 2009 ya se consiguió eliminar la enfermedad.
TodoCerdos: ¿Cuáles serían las medidas de bioseguridad básicas que hay que tomar?
Alberto Allepuz: En relación a entradas externas lo más importante es conocer el status sanitario de la granja de la cual trae animales, y comprar animales de zonas en las que sepa que no hay animales positivos. También es importante el tema de las cuarentenas, la desinfección de los vehículos de carga; y tener el cuidado de restringir al máximo las visitas, no intercambiar personal ni herramientas.
(Leer nota: Aplicar Bioseguridad requiere un cambio cultural)
Cuál es la situación de Argentina
La enfermedad de Aujeszky es causada por un virus, es altamente contagiosa y afecta a varios mamíferos, pero el cerdo doméstico y el jabalí son los principales hospedadores. La enfermedad está presente en Argentina. Según publica Senasa, suele presentarse en forma focalizada, aunque está en la mayoría de las regiones del país.
Por parte de Senasa, durante el año 2010 se ha realizado el primer relevamiento nacional de la enfermedad, para estimar la proporción de establecimientos infectados, de cerdas en edad de reproducción infectadas y de porcinos infectados de la categoría crecimiento-terminación. Los resultados y análisis epidemiológicos evidencian una prevalencia de 19,1% de predios infectados y 9% de cerdas infectadas. Las granjas más afectadas son en general, las granjas más pequeñas.
El programa puesto en marcha por Senasa en 2009 consta de tres grandes etapas. En primer lugar se realizó un estudio epidemiológico para determinar la situación sanitaria del país. En segundo lugar, se busca establecer un “mapa” de la enfermedad por regiones y profundizar las medidas de saneamiento y las restricciones sanitarias para los establecimientos infectados. La tercera y última etapa apunta a desarrollar las medidas de control que nos permitan erradicar la enfermedad. Actualmente, se está diagramando la segunda etapa.
La presencia de la infección implica restricciones al comercio. Ya en la actualidad los establecimientos que comercializan animales para reproducción y material reproductivo (semen) deben ser certificados oficialmente como “predio libre”. Al mismo tiempo, los establecimientos productores de carne (criaderos comerciales) tienen la posibilidad de certificar oficialmente como “predio negativo” para esta enfermedad con un esquema de sangrado diferente.