El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a consumidores de productos porcinos y derivados, las medidas que deben tener presente al momento de prevenir el contagio de la triquinosis.
La triquinosis es una zoonosis parasitaria endémica en Argentina. Las personas se enferman al consumir carne cruda, insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, (principalmente jabalíes y pumas), que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género Trichinella. Por eso, es también considerada una enfermedad transmitida por alimentos (ETA).
“La carneada de cerdos y faena casera en el campo promueven la distribución y comercialización de productos porcinos elaborados de forma artesanal y como en este proceso se utiliza carne sin cocción, estos chorizos y salames, que no tienen el control sanitario riguroso, pueden contener larvas del parásito que producen la enfermedad”, explicó Néstor Osacar, coordinador de Sanidad Animal, del Centro Regional Buenos Aires Norte.
“Una vez que las personas ingieren los productos infectados, las larvas se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino hasta reproducirse y las larvas que nacen migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan. Todo este proceso, puede provocar síntomas como: fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices, y si no se lo diagnostica y trata a tiempo, hasta provocar la muerte”, explicó el profesional.
De este modo, esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la salud humana, ya que el cuadro clínico es muy variable y puede ir desde una afección asintomática hasta una enfermedad mortal, dependiendo del número de larvas ingeridas y del estado inmunológico del huésped.
Por tal motivo, el Senasa recomienda a los consumidores no adquirir productos porcinos que no tengan su rótulo identificatorio correspondiente. En dicha etiqueta se informa quien elaboró el alimento, condición determinante para demostrar la inocuidad y la trazabilidad del producto adquirido y así saber si han sido sometidos a la prueba de digestión artificial en un laboratorio.
Finalmente Osacar señaló que “esta prueba diagnóstica es obligatoria y debe ser realizada por todo productor que elabore chacinados y consiste en llevar a analizar al laboratorio local, una muestra de carne (entraña) por cada cerdo faenado, única condición para detectar las larvas de Trichinella spp” y prevenir que la enfermedad pase del cerdo al ser humano”.
También es importante señalar que se debe cocinar correctamente la carne de cerdo hasta que su interior pierda el color rosado. La cocción mata las larvas que transmiten la enfermedad.
Tomar conciencia sobre la importancia de prevenir la triquinosis contribuye a modificar ciertas prácticas culturales en la producción y el consumo de chacinados, promover una alimentación responsable, evitar riesgos y consumir alimentos seguros.
Para más información, los interesados pueden comunicarse al Centro Regional Buenos Aires Norte, con sede en la ciudad bonaerense de Chivilcoy, a los teléfonos (02346) 436271/2/3 o al correo electrónico coorzoonosis@senasa.gob.ar.
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