El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó, mediante su Resolución 192/2021, el instructivo general para el reconocimiento oficial de compartimento “libre de enfermedades que afectan a los porcinos”.
Podrán gestionar este reconocimiento aquellos establecimientos que cumplan con los estándares del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) referidos a la compartimentación.
La nueva normativa, publicada el pasado viernes en el Boletín Oficial, permitirá a las empresas que opten por solicitar la compartimentación, una herramienta más para negociar el acceso a mercados internacionales que requieren estrictas exigencias al país, zona o establecimiento de origen de los productos importados.
Cabe aclarar que un compartimento podrá ser definido en relación al cumplimiento de ciertas medidas de gestión y bioseguridad por parte de un productor o de un núcleo de productores, y no en relación a límites geográficos o políticos.
La República Argentina posee un estatus sanitario diferencial en relación a otros países, que hace necesaria la implementación de normativas que preserven y fomenten el sostenido crecimiento de la cadena productiva porcina y las relaciones comerciales internacionales.
La OIE reconoce a países o zonas libres de enfermedades como fiebre aftosa o peste porcina clásica, a la vez que brinda recomendaciones para la aplicación de medidas de manejo, producción y bioseguridad para la conformación de un compartimento.
En este sentido, la normativa, fruto del trabajo coordinado público y privado, permite otorgar un reconocimiento oficial en función de una demanda de comercio exterior específica.
El Senasa pone a disposición su capacidad técnica y operativa para llevar a cabo la evaluación, certificación y el control de las distintas etapas de la cadena productiva que integren el compartimento porcino interesado en acceder al reconocimiento oficial.
La nueva normativa, brinda las garantías oficiales necesarias para la producción de cerdos y productos de origen porcino según las condiciones requeridas por el país comprador, en relación a bioseguridad, trazabilidad y estatus sanitario comprobado, mediante las correspondientes pruebas diagnósticas y posibilita la apertura de nuevos mercados al tiempo que resguarda el estatus sanitario de Argentina y la calidad de los agroalimentos que produce.