Alejandro Soraci expuso en la edición de Fericerdo técnica y virtual sobre un aspecto que está puesto en el centro del debate: la utilización de atbs en la producción porcina. Lo productivo, lo económico, lo ambiental y lo económico como aristas de una terapia de precisión.
Los antibióticos están en foco crítico por su impacto en la producción porcina, y una creciente mirada crítica de los consumidores. Durante años se han utilizado antibióticos sin tener en cuenta con precisión el agente causal, utilizando antibióticos de amplio espectro, sin tener en cuenta vías de administración, dosificación de las aplicaciones, apoyados en la probabilidad de presencia de ciertas bacterias y no por un diagnóstico preciso, y otras prácticas que contribuyeron a crear resistencias a antibióticos (RAM).
“En las grandes superficies de producción esta tarea, muchas veces, está manejada por personas que no tienen formación veterinaria específica y por lo tanto apelan a estrategias generalistas sin base en un diagnóstico certero”, señala el investigador del Conicet Alejandro Soraci.
Uno de los aspectos no apreciados es la bioequivalencia en la elección del antibiótico, que no es lo mismo que la equivalencia químico-farmacéutica, y muchas veces las decisiones de compra y aplicación tienen que ver con el precio de cada fármaco y no con el objetivo sanitario.
Si apreciamos este gráfico se pueden observar el comportamiento de 7 enrofloxacinas diferentes y sus diferentes prestaciones.
Otro de los elementos que atentan con una sanidad de precisión tiene que ver con los conflictos de intereses que se generan a partir de los consejos que se reciben de un vendedor de una empresa determinada, y muchas veces la adopción de una determinada marca atenta con el éxito terapéutico.
“No olvidemos que el profesional veterinario debe aconsejar la aplicación de un atb que sea efectivo sanitariamente y que aparte sea rentable en un contexto productivo”, recordó Soraci.
Otras veces se escuchan voces de colegas, se hacen elecciones por propaganda comercial, por búsquedas en Internet o de ciertas publicaciones técnicas, y ese no es un buen sendero para asumir decisiones de este tipo. No se deben tomar decisiones probabilísticas pues terapéuticamente será inocuo y estaremos contribuyendo a una mayor RAM y una pérdida de productividad.
Otro de los aspectos que señaló el investigador es que se trabaja hoy con atb que tienen más de 50 años de prestaciones y no se cuenta con desarrollos más adaptados a este tiempo.
Estamos trabajando con atb de 1960 y muchos desarrollos más nuevos han sido reservados para uso humano y es por ello que nuestro arsenal está reducido y nos obliga a ser más precisos y eficaces en su utilización. Es necesario abandonar ciertas prácticas rutinarias y encarar un nuevo paradigma en este aspecto.
Un nuevo paradigma
El especialista hace referencia a la reutilización eficiente de viejas estrategias adaptadas a los tiempos actuales. Las nuevas estrategias implican el uso preciso del atb y con ello retrasar lo más posible la aparición de las RAM.
La Terapia Antibiótica Racional no es de aplicación sencilla toda vez que se trabajan en muchos casos con cientos de animales, con objetivos de productividad, en tiempos muy acotados y en ese escenario hay que tomar decisiones. Es sabido que la alimentación y el agua son dos vehículos para ingresar atbs. Son matrices biológicas esenciales el vehículo de administración.
Modalidades
Uno de las estrategias de administración de atb tiene fines terapéuticos, esto significa administrar atbs con fines de atacar alguna patología. La otra modalidad tiene que ver con objetivos metafilácticos, donde se administran atbs a un grupo de cerdos con algunos individuos afectados por alguna enfermedad.
También hay abordajes profilácticos y allí se administran atbs por prevención ante ciertas condiciones que tienen que ver con estrés, ventilación inadecuada, cambio del alimento y otras; y como promotor de crecimiento que, a pesar de estar prohibidos, se utilizan para ganar kilos en conversión.
Estas dos modalidades no enfrentar ningún patógeno y sin embargo justifican la utilización del 93% de los atbs utilizados en modo profiláctico. La UE prohíbe a partir de 2022 la utilización profiláctica de atbs.
La Terapia racional antibiótica refiere a una cura clínica y bacteriológica destinada a dar combate a una patogenia determinada y su principal objetivo es limitar la aparición de bacterias resistentes. La idea es impactar lo menos posible en la microbiota del animal.
Plan de acción
Se asienta en cuatro pilares:
– Selección correcta del atb según la patogenia
– Elección apropiada de la formulación
– Administración de una dosis correcta y por un determinado tiempo
– Tener en cuenta es estado fisiológico del animal (gestación/lactancia, destete, desarrollo o terminación)
Selección correcta del atb en función de la patogenia
Señala sobre esto Soraci que según un estudio realizado en 25 países solo en el 44,3% de los casos se realiza identificación bacteriana y prueba de sensibilidad. El diagnóstico es fundamental y por ello hay que tomar la muestra para la necropsia y según los datos del laboratorio hay que ratificar o rectificar la estrategia antibiótica.
Es importante el dato que arroja el antibiograma, una herramienta disponible que tiene el veterinario. Es una herramienta más, no es una “verdad revelada”.
En el caso siguiente observamos un pulmón en la necropsia y por sus muestras detectamos por sensibilidad del antibiograma que puede combatirse con neomicina u oxitetra. Allí se administra neomicina por vía oral o en el agua y esto implicó un fracaso del tratamiento.
Por lo tanto, Soraci lo expresa del siguiente modo:
Es menester tener en cuenta las características farmacocinéticas del atb administrado pues debe poder llegar allí donde lo que queremos aplicar, debe tener biodisponibilidad antibiótica.
Soraci llama la atención sobre los atbs administrados a través del alimento pues una buena parte de ellos pasan a ser parte de las deposiciones
Esto tiene un problema adicional, cual es el tratamiento final de esas heces y el impacto que pudiera tener para la salud humana. Y por supuesto, para el medioambiente, del que somos parte.
La estrategia de abordaje de diversas patogenias debe recorrer el sendero que la lleva a una terapia de precisión basada en una detección temprana del agente agresor, los animales se aíslan y comienza el tratamiento. Se los marca y se les aplica la estrategia diseñada para tal fin.
Es necesario abandonar el uso profiláctico de atbs sin diagnóstico y evitar la administración de ellos a través del alimento para el cerdo.
Por supuesto hay una serie de elementos que deben acompañar esta estrategia preventiva y tiene que ver con la correcta higiene del lugar, las condiciones ambientales del recinto y una correcta bioseguridad tanto intramuros como externa.
El calostrado es una piedra angular de la estrategia preventiva y la nutrición deber ser óptima, digerible y nutritiva.
Y como cierre de esta terapia de precisión se debe tener personal capacitado, informado, muy actualizado y comprometido con esta estrategia.
Por Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos