La preocupación por evitar la enfermedad no solo es una cuestión por lo exterior, por lo que ocurre afuera. Eso es muy trascendente pero no es lo único que podemos hacer por mejorar la bioseguridad pues una parte importante de ella depende de lo que ocurre intramuros de nuestra granja.
El 8vo webinar realizado por diversas organizaciones de productores propuso el especialista Javier Serradell reflexionar sobre un aspecto que con el crecimiento del sector se hace cada vez más relevante: la bioseguridad intramuros, particularmente en el tratamiento de los deshechos y cadáveres en las granjas porcinas. “Los puntos críticos deben ser ubicados con claridad y deben ser un objetivo de todo el personal de la granja”, introdujo y propuso diversos ítems para poner bajo la lupa.
– El acceso o ingreso a las granjas deben ser de fácil y permanente desinfección, y mucho cuidado con lo que viene de otras granjas. Cerco bien cerrado, puertas cerradas y solo un acceso para el personal o asistentes, que sea ejecutivo y conocido por todos en el día a día.
– En el vestuario se debe disponer un espacio para el calzado, elemento muchas veces móvil de transporte de patógenos. Hay que tener un sitio para limpieza y tratamiento del calzado para eliminar toda posibilidad de ingreso de elementos no deseados.
– El personal debe estar vacunado contra influenza y muy pronto contra Covid, el lavado de manos debe ser a partir de cepillo para uñas que, por otro lado deben ser cortas.
– Respecto a las visitas debe realizarse un vacío antes y llenar el libro de visitas e ingresar bien protegido con equipo, barbijo y guantes.
Ingreso a las salas
A veces nos encontramos con este modesto dique al ingreso de las salas de recría o engorde y nos preguntamos: ¿sirve esta prevención?
“Tenemos que observar que el calzado es un medio de transporte ideal de los patógenos. Es difícil limpiarlos, pueden tener residuos, tierra, desechos sin remover en mucho tiempo.Por otra parte, en muchos casos este polvo preventivo colocado allí puede estar degradado, ser inocuo”, apuntó el especialista y sugirió tener un calzado liviano para ingresar a la maternidad u otra sala, para cada empleado y de una más fácil higiene.
Hace unos años Jean Paul Cano presentó un diagrama que me parece interesante:
Allí nos recuerda que en reproductores y las cachorras debemos trabajar en su inmunidad y a partir de ello generen una inmunidad robusta que se prolongue en el tiempo. Cuando estos animales llegan a la maternidad arriban fuerte, menos contaminados, con un calostro nutritivo, apuntando a un destete eficiente.
La respuesta inmune es una cadena que reúne cada eslabón y si fortalecemos un área sensible podemos contar con respuesta inmune alta en los eslabones sucesivos. Necesitamos que nuestro lechón no se infecte en el área de maternidad.
En la reposición, cuarentena y adaptación
– El primer elemento a cuidar es el semen que usaremos en reproducción, sea generado localmente o traído desde el exterior. Lo mismo si se ingresa la cachorra desde otra granja deberá cumplir con una cuarentena y un posterior proceso de adaptación, todo con un personal ad hoc para estas tareas, especializado, exclusivo y capacitado para atender este sitio en el proceso productivo.
-Tener en cuenta los utensilios, ropa y aplicadores propios para la cuarentena, debemos cuidar el ingreso y egreso del personal y de los medios de transporte.
-Cuidar los medios de transporte internos de la granja que, por supuesto debe contar con protocolos de limpieza y desinfección precisos y apropiados por todos. Lo mismo que los cargadores, deben ser higienizados luego de cada acción.
Flujos del plantel reproductor
La zona de crecimiento de las cachorras debe ser lo más inmune posible antes de llegar al plantel reproductor.
En la maternidad es importante que haya protocolos de limpieza y desinfección adoptados y ejecutados por todos, con el rigor que impone el tema.
De nuevo, calzado, vestimenta, materiales de uso farmacológicos, higiene rigurosa de carros, descarte de jeringas y agujas, elemento eficiente en la transmisión de patógenos: una aguja para cada camada.
Otro tema trascendente es el manejo particular de los lechones débiles, enfermos y otros. No deben pasar de una camada a otra.
Un elemento importante es el manejo de los lechoncitos que necesitan tratamiento diferenciado con calostrado especial: no deben mezclarse y el recinto que los contiene debe estar limpio, recordemos que los lechoncitos buscan el pezón y por lo tanto su hocico contacta con todo lo que tiene alrededor.
Recordemos que hay casos de alta prolificidad con chanchas que tienen 17 o 18 lechones y solo 15 tetas.
Una práctica que debe ser adoptada es que el destete puede ocurrir a los 18, 22 o 28 días y esto nos es igual para cada lechoncito. Entonces, cuando llegan a la sala de recría unos le llevan una semana de alimentación a los recién llegados.
Todo esto va a depender de que se trate de granjas monositio o multisitio.
Tratamiento de cadáveres
Hay tres alternativas respecto a esto:
– Compostaje
– Enterramiento
– Fosas de digestión
En algunas granjas se utiliza compostaje estático, con forma de nicho con varias capas. Una de cadáveres despostados, una de materia fecal o sustrato del compostaje y luego una capa de fibra vegetal en proporció 1:1 con la de cadáveres.
En el siguiente registro se observan tres nichos con una estructura desvencijada. Esto debe cuidarse pues el ingreso de perros y otros animales pueden causar daño y transporte de desinfecciones. El sitio a tal fin debe ser seguro y debe estar vallado.
Hay también sistemas muy eficientes a cielo abierto con capas de cadáveres, compostaje y pasto o paja.
Para dar destino a los cadáveres hay también dispositivos cilíndricos donde se depositan los cadáveres a alta temperatura y luego de unos 10/15 días salen las mezclas para compostar o el destino que se planee.
Serradell hace hincapié en el flujo de procesado de cadáveres pues la máquina es un dispositivo que demanda un flujo constante de despojos.
La estrategia que constituye una circularidad y que demanda escala o asociatividad para su implementación es la instalación de un biodigestor que, previa trituración de los cadáveres ingrese a un estómago para generar biogás a partir de biomasa diversa.
Al finalizar su exposición Serradell se refirió a lo que no se debe hacer y que es una práctica bastante extendida entre algunos productores, que es la incineración junto a otros elementos combustibles de los cadáveres que, aparte de una mala y peligrosa disposición final, produce un impacto ambiental muy importante.
Por último, respecto a la dispersión final de efluentes, Serradell criticó una práctica muy común en nuestra región, cual es la de distribuir aéreamente los desperdicios con fines de fertilización, una práctica ya desterrada en Europa.
Por Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos