Los resultados de la etapa de recría y engorde son fundamentales para el éxito de la producción porcina. En estas fases tenemos un animal que está en rápido crecimiento, y para favorecer este crecimiento debemos respetar y ayudar para que logre una correcta maduración y desarrollo del tracto intestinal, por eso necesitamos tener en cuenta siempre las necesidades nutricionales y los desafíos sanitarios durante esta fase, ya que es un período en que el animal pasa por un importante estrés.
A través de la nutrición podemos contribuir a que el animal tenga una buena salud del tracto gastrointestinal y así, e n el futuro, pueda convertirse en un cerdo sano y con buen desarrollo.
La recría es una fase en que el animal es expuesto a grandes desafíos. Estamos hablando de un animal cuyo tracto gastrointestinal está siendo desafiado constantemente, porque en este periodo el lechón pasa de una nutrición líquida a una sólida. No solamente eso, todos los nutrientes que antes eran de origen animal (leche) pasan a ser de origen vegetal por lo que sus enzimas digestivas también deben adecuarse (FIGURA 01).
Siendo así, conocer y comprender los cambios fisiológicos en el sistema digestivo en el período pre y post destete es fundamental para el desarrollo de una dieta con mayor digestibilidad. Debido a todo este cambio que acontece en el tracto gastrointestinal necesitamos de una buena estrategia nutricional para que podamos alcanzar el máximo potencial de ese cerdo y disminuir el impacto que este cambio le produce.
Fonte: Adaptado de Mahan (1994)
Ya en la fase de engorde hay que prestar atención al impacto del coste de los alimentos, ya que este es un período de mayor consumo del animal. En cuanto a los requerimientos nutricionales, también varían según factores como la edad, el sexo, el peso, el potencial genético y la etapa de producción.
Por ello, es necesario considerar tales diferencias para obtener la máxima eficiencia productiva del animal. El uso de aditivos y tecnologías nutricionales en esta etapa se convierte en una herramienta que favorece un mejor aprovechamiento de los nutrientes de las principales materias primas utilizadas en la formulación de un alimento equilibrado.
De esta forma la nutrición es un proceso continuo en el que hay acompañar cada etapa del desarrollo, es decir, realizar el aporte nutricional necesario y adecuado para cubrir cada una de estas, siempre con el objetivo de lograr el máximo desempeño posible que permita el mayor retorno económico para el productor. Cada una de esas etapas requiere un determinado nivel de nutrientes, para eso un buen programa nutricional se debe contemplar no solo las necesidades de los animales sino también particularidades de cada granja como manejo, genética, condiciones de ambiente y sanidad.
Sabemos que existen varios tipos de granjas con sus particularidades por eso trabajamos en conjunto con el productor para adaptar los diferentes programas nutricionales y así cubrir todas estas necesidades con nuestro amplio portafolio de productos. Nuestros planes nutricionales fueron diseñados para atender los requerimientos nutricionales de los animales y objetivos de producción de los clientes más pequeños hasta los que poseen mayor número de madres.
Por David Fernandes Gavioli
PhD. Médico Veterinario
Consultor técnico en Producción de cerdos de Cargill Animal Nutrition
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