Del Tuffo describió los antecedentes que desembocaron en la actual demanda de proteína animal por parte del gigante de Oriente, al decir: “La mayor parte de la producción porcina en China se realizaba en pequeñas granjas, a las que se denomina traspatio, con pocas madres, una industria muy fragmentada, transporte artesanal de capones, una bioseguridad casi inexistente y alimentación en base a desechos. En ese escenario irrumpió la peste porcina africana”.
El avance de la PPA redujo al 50% el número de cabezas e inhibió a muchos pequeños productores a retomar el negocio por la persistente amenaza. El sector porcino chino se está rediseñando y eso tomará algunos años; mientras tanto en Europa no ha cedido la amenaza que viene desde el Este, y entonces, allí aparece el oasis sanitario, con grandes volúmenes de maíz, mucha agua y costos muy competitivos.
Las razones chinas
La primera razón de la decisión china de invertir a escala en nuestro país tiene asiento en lo económico: en Argentina se puede producir a 2.75 dólares por kilo de carne fresca contra los 5 dólares que cuesta en China. En este plano del razonamiento se necesita un oferente que pueda disponer de parte de los 5 millones de toneladas de carne desde el exterior y allí aparece Argentina, que si bien está lejos, cuenta con condiciones sanitarias únicas y ése será el principal valor defender. Nuestro país es un escenario libre de las principales enfermedades que azotan al mundo.
Del Tuffo, quien integra el equipo CerdoCast de asesoramiento profesional señaló que las inversiones chinas tienen como objetivo producir para el mercado mundial, no local. “Y respecto a las condiciones ambientales con que contamos no es una preocupación sino un aspecto del que hay que ocuparse para no dañar el estatus que hemos conseguido. Los efluentes que se generan en la producción pecuaria puede destinarse a fertilizar amplísimas extensiones y relevar productos químicos”, sentenció Del Tuffo.
Nutrición ajustada a demanda
Bueno, este es un punto que muy probablemente deberá introducir correcciones en las estrategias alimentarias atentos a las características que tiene la creciente demanda desde Oriente.
La concentración energética requiere no perder de vista algunos parámetros conocidos:
-El costo de la dieta
-Su efecto sobre el desempeño (ganancia, conversión)
-Efecto sobre la canal
-Precio del mercado
A partir de esto se deben definir los pasos que nos lleven a ese crecimiento y terminación. Veamos:
1.- Hay que determinar la concentración de energía óptima (económica)
2.- Determinar las proporciones de lisina (calorías)
3.- Determinar la proporción de otros aminoácidos relativos a la lisina
4.- Asignar la concentración de Fósforo, Calcio, vitaminas, sal y minerales traza
5.- Definir la incorporación de aditivos (fitaza)
La agenda productiva
Los precios del mercado: hay que estar atento a las variaciones que se introducen a partir del peso del capón y el precio que defina el mercado. A partir de ello hay que ajustar los programas de nutrición.
Programas de alimentación: introducir o reducir ingredientes de mayor impacto sobre el costo del alimento. A partir de ello hay que reformular dietas.
Efecto de la energía: hay que llevar planillas con ganancia de peso diaria, consumo y conversión. En este aspecto ingresa el ingreso de lisina.
Cómo se define la concentración energética en dietas
Comentarios finales
Tenemos todas las condiciones para ingresar en las grandes ligas de producción porcina mundial. La población crece y crece a mayor tasa la demanda de proteína animal y Argentina tiene recursos para asistir a esta demanda, que no solo bien de China sino desde todo el Lejano Oriente.
No solo no se debe descuidar el mercado interno sino que debe crecer.
Debemos capitalizar lo que viene para dar saltos en toda la cadena: se necesita mejorar la logística, el transporte, la faena, la industria frigorífica y otros.
Tenemos un estatus sanitario único y debe protegerse.