Sumado a esto, tanto su aparato digestivo como su sistema inmunológico y termorregulador no están aun plenamente desarrollados, lo cual hace que sea altamente susceptible a sus consecuencias. Asimismo, los animales se ven expuestos por primera vez a una gran variedad de antígenos presentes en este nuevo ambiente, lo cual representa un gran desafío inmunológico.
Diversos estudios han demostrado que el estrés del destete afecta directamente la integridad de la mucosa intestinal, lo cual aumenta la permeabilidad del intestino a posibles macromoléculas y patógenos. Además, se ha reportado una disminución de entre el 25 y el 30% en el largo de las vellosidades intestinales luego del destete, lo cual persiste hasta 5 días luego del mismo, afectando negativamente los procesos de digestión de nutrientes.
Asimismo, el estrés tiene consecuencias directas sobre la diversidad de la flora intestinal, aumentando la proporción de microorganismos patógenos, los cuales posiblemente sean los responsables de los trastornos digestivos observados en el post-destete inmediato. El intestino, además de cumplir sus funciones de digestión y absorción, es el principal órgano del sistema inmunológico directamente expuesto al medio exterior. Por lo tanto, las funciones de defensa del intestino se ven negativamente afectadas en condiciones de estrés, lo cual aumenta la susceptibilidad a enfermedades.
El consumo de alimento y desempeño productivo
Además de su influencia sobre el tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico, el estrés del destete afecta negativamente el consumo de alimento. Esto se debe, no solo a los cambios de comportamiento relacionados al estrés social y ambiental, sino también a los grandes desafíos nutricionales a los que el lechón debe enfrentarse, al pasar de un alimento líquido de alta palatabilidad y digestibilidad, a un alimento sólido mucho menos palatable y digestible.
Esta disminución del consumo, además de afectar directamente el desempeño, contribuye sin lugar a duda, a la pérdida de la función intestinal y aumento de su permeabilidad, ya que los nutrientes provenientes del alimento no solo contribuyen al crecimiento del animal, sino también al desarrollo de un intestino saludable.
Se estima que cada lechón pierde en el primer día después del destete, entre 100 y 250 gramos de peso corporal, el cual se recupera recién luego del cuarto día después del destete. Además, se ha demostrado que la ganancia de peso durante la primera semana luego del destete tiene un impacto directo sobre los días necesarios para llegar al peso de venta. Es importante entonces comprender el efecto del estrés debido al destete sobre el consumo de alimento, la función intestinal y la respuesta inmunológica y consecuentemente, sobre el desempeño, para así tomar medidas estratégicas que permitan optimizar la productividad de la granja.
¿Cuáles son las estrategias para mitigar el estrés del destete?
Existen numerosas estrategias que pueden ser utilizadas para minimizar el efecto del estrés del destete, a continuación, discutimos las más importantes.
• Agua de buena calidad: el agua es el componente más abundante de todos los órganos y tejidos del organismo, representa aproximadamente el 75% del peso corporal, lo cual refleja su gran importancia. Además, el agua, si bien no aporta nutrientes, es esencial para llevar a cabo los procesos de digestión, transporte y metabolismo de nutrientes, y eliminación de desechos. Por lo tanto, es fundamental ofrecer agua de buena calidad y con un flujo adecuado. Desde el manejo al momento del destete debemos facilitarla (calidad, cantidad y fresca) por medio de una cazoleta fácil de identificar, que permita que el lechón comience a consumir agua rápidamente y así prevenir la deshidratación. Además, la falta de agua en cantidad y calidad adecuadas representa un factor de estrés por sí mismo, agravando la situación.
• Ambiente: el ambiente es el conjunto de factores físicos, químicos y biológicos que rodean al animal. Como objetivo debemos brindar las mejores condiciones ambientales mediante el manejo de la temperatura y humedad del sitio, concentración de gases y amoniaco para mitigar el estrés y lograr que los animales estén en su zona de confort.
• Alimento: se debe garantizar que las primeras fases del alimento sean de buena digestibilidad y palatabilidad, para minimizar el efecto del estrés y lograr la rápida adaptación y consumo de alimento. En cuanto a los comederos debemos tener en cuenta dos puntos importantes. Por un lado, contar con platos de apoyo, al menos los primeros diez días. Por otro lado, controlar la regulación de estos, permitiendo la rápida visualización para promover el consumo (70% cobertura del plato). Estos dos puntos son fundamentales para lograr una rápida adaptación, acortando la transición del alimento líquido a sólido.
• Sanidad: generalmente el destete es el momento de aplicación de ciertas vacunas. Debemos realizar este procedimiento de manera adecuada para facilitar la adaptación del animal a su nuevo ambiente.
• Transporte: normalmente al destete los animales son trasportados a otro sitio diferente. Desde el manejo, debemos lograr que el acarreo de los mismos sea lo más adecuado posible, sin golpes, ni maltratos, que exacerben el propio estrés del destete. Por otro lado, debemos tratar de mitigar las condiciones ambientales; frio, lluvia, vientos, que afecten el bienestar de los animales.
Conclusiones
El destete es un momento crítico en la etapa de animal, en el cual ocurren un conjunto de cambios físicos, químicos y biológicos. Por lo tanto, es indispensable hacer un buen manejo de este, que minimicen los efectos del estrés y permitan una rápida adaptación del animal al ambiente, una rápida adaptación del tracto gastrointestinal, y así optimizar el desarrollo y futuro desempeño productivo del animal.
*Referencias disponibles a su solicitud
Autor:
M.V. Nicolas Gelotti. Técnico Comercial Nutrifarms.
Despeñaderos, Córdoba – Argentina
nicolas.gelotti@nutrifarms.com.ar