Es necesario hacer eficiente el sector de comederos

Cada año los costos de alimentación en la producción de cerdos se incrementan, pues la disponibilidad de materias primas y oferta son cada vez menores para la crianza de animales.
Si nos preguntamos qué cosas son las que inciden en la eficiencia de conversión alimentaria, lo primero que se nos viene a la cabeza es que la genética, las condiciones de ambiente y el manejo son fundamentales para alcanzar los mejores parámetros, es muy cierto, pero muy pocas veces los gestores de granjas porcinas desglosamos con más detalle la forma en que podemos ser más eficientes y aplicar mejoras en los procesos de producción de cerdos.

Si contamos con la mejor genética, la mejor calidad de materias primas y un buen equipo de personas, no podemos dejar de lado una herramienta que es muy importante para que el alimento se aporte de la mejor forma posible, este es el comedero. En el mercado global de instalaciones, encontramos un sinfín de equipos de alimentación, desde comederos de madera hasta equipos de alimentación automática multi-fase que funcionan con microchips individuales por cerdo.

Las pérdidas de alimento en producción porcina están en el rango de un 4% a 12% y gran parte de estas pérdidas ocurren por la elección de una mala calidad de comedero o una mala gestión del comedero. En la gestión del comedero es donde quisiera ahondar, pues existen protocolos específicos que tienen como objetivo reducir las pérdidas de alimento. Estos protocolos consisten en el ajuste diario de los comederos por parte de los encargados de los cerdos. Actualmente existen muchos protocolos, sin embargo, la entidad que lidera la investigación y el desarrollo de programas de alimentación animal es la Universidad de Kansas, en su departamento de nutrición animal.

“Un comedero bien ajustado promueve un aumento de consumo y reduce las pérdidas de alimento, mejorando consistentemente la eficiencia de conversión de alimento”

En lactancia, el objetivo principal es que la cerda consuma la mayor cantidad de alimento y para esto el ajuste del comedero juega un rol fundamental, ya que debemos estar muy atentos de la cantidad de alimento que consume la cerda para poder aportar más alimento. Por ejemplo una cerda en su primera semana de lactación debe consumir por lo menos 32 kilos de alimento para asegurar una producción lechera adecuada para su camada.
En el caso de la fase recría y engorda sucede exactamente los mismo, en la recría, la primera semana se debe asegurar un 25% de cobertura de alimento en la superficie del comedero y mientras el lechón se va adaptando en la segunda semana debemos asegurar un 40% de cobertura en su superficie (ver figura 1).

En el caso de la engorda, debemos asegurar que por lo menos un 40-50% de la superficie del comedero debe estar ocupada por alimento y diariamente ir verificando que no acumule alimento en las esquinas, ya que este puede descomponerse y generar sustancias tóxicas que incidan en una mala eficiencia alimentaria (figura 2).

Actualmente muchas granjas porcinas están adaptando la alimentación seco-húmeda, en donde el cerdo mezcla el alimento con el agua que está disponible en un bebedero al costado del plato del comedero. Aquí se debe tener mucho cuidado pues es más fácil que el alimento se desperdicie por una mala gestión del ajuste del comedero.

Investigaciones mencionan que si los comederos se encuentran con menos de un 20% de espacio ocupado por el alimento, los cerdos podrían reducir su consumo, mientras que si el espacio del comedero posee mas del 40% ocupado por el alimento, las pérdidas por caída al suelo son inminentes. Si nos pusiésemos a determinar la cantidad de alimento que pasa por un comedero durante un año es increíble la cantidad de kilos que brinda a los cerdos. Vámonos al ejemplo de un comedero de un sistema de destete a venta o wean to finish.

Generalmente los comederos que se usan aquí alimentan 2 corrales colindantes, es decir, el comedero alimenta por un lado a 40 cerdos (1 corral), mientras que por el otro lado alimenta a otros 40 cerdos, por lo que en total alimenta a 80 cerdos. Si un cerdo tarda en ser vendido alrededor de 150 días, la cantidad de veces que el comedero alimenta a cerdos es de 2,3-2,4 veces al año, hemos agregado un rango pues una vez que se envían a matadero los cerdos, el comedero, al igual que el galpón, debe ser lavado, desinfectado y secado durante una semana (vacío sanitario).

Siguiendo el caso anterior, un cerdo consume durante su vida productiva alrededor de 300 kilos de alimento (esto es un promedio, pues depende). Si anteriormente mencionamos que un comedero alimenta a 80 cerdos y durante un año alimenta 2,4 veces, anualmente pasan alrededor de 55.000 kilos de alimento, los cuales valorizados a USD 0,3 el kilo, corresponden a 16.500 dólares americanos. Parece no creíble la cifra, pero los números jamás fallan y con este cálculo se puede decir que diariamente pasan por el comedero 45,2 dólares de alimento.
Impacto económico de una mala gestión de comederos

Si comparamos 2 granjas que poseen una diferencia de pérdida de alimento de 6% (granja A eficiente: 2% y granja B ineficiente: 8%) se puede decir que por cada comedero existe una pérdida de 3300 kilos de alimento (6% de 55.000 kilos), los cuales valorizados económicamente corresponden a 990 dólares anuales o 2,71 dólares diarios por comedero.

¿Se pueden imaginar las pérdidas cuando una granja del 1000 cerdas produce 500 cerdos semanales? Saquemos las cuentas.

Si la granja produce 500 cerdos semanales, esta posee en su inventario un total de 11.000 cerdos aproximadamente, por lo que la cantidad de comederos necesarios para su alimentación es de 138 unidades. Si esta granja tuviese un 8% de pérdida de alimento, diariamente tendría pérdidas económicas de 374 dólares diarios (138 comederos por USD 2,71). Los valores anteriores se tomaron en base al ejemplo de comparación de las 2 granjas.

En síntesis, elegir una buena calidad de alimento y capacitar a las personas de la granja sobre el ajuste de los comederos, inciden significativamente en los resultados de la eficiencia de alimentación.
 

Dr. Reinaldo Cubillos – MV. Máster en Sanidad y Producción Porcina

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