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Si pronto no se hace algo, miles de productores abandonarán la actividad

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Los números del sector, con crecimiento de la faena, incremento del consumo y un ascenso ralentizado de las exportaciones no nos deja ver que el escenario es muy desafiante para el pequeño productor. El Ing. Juan Uccelli analiza el escenario y propone intervenir.


En su última investigación, Juan Uccelli da cuenta de la discontinuidad de la actividad de cientos de pequeños productores, con los inconvenientes que atraviesan y los aspectos que deben abordarse para torcer esta dinámica.

El problema

A lo largo de los últimos 6 años vemos una disminución de los establecimientos que envían animales a faena. En situación opuesta, aumenta la cantidad de animales enviados y el peso promedio de los mismos. Cada vez se produce más, pero con menos participantes y las principales razones las podemos definir en tres:

• Es un negocio de escala

• La eficiencia debe ser la más alta

• Los márgenes tienden a ser inferiores

Trataremos de analizar el porqué de cada una de las razones enunciadas y ver las posibilidades de adaptación que existen, pero a medida que pasa el tiempo serán más escasas.

En el gráfico anterior vemos la evolución en casi 30 años, donde se ve una baja en la cantidad de productores y de producción en el año 2002 y a partir de ese momento la producción aumentará de forma constante y la cantidad de productores lo hará hasta el año 2018, momento en el cual empieza a disminuir. En el período mencionado de punta a punta solo hay este año el 34% de los productores que había en el año 1996.

Es un negocio de escala

Desde hace años se ve una concentración del negocio porcino en todo el mundo y Argentina no está siendo ajena a dicho proceso. Y dicha concentración no solo es dentro de un eslabón de la cadena, sino entre distintos eslabones, como la producción, la faena, la elaboración, la distribución y la exportación.

Argentina tenía muchos productores, muchas plantas de faena, muchas elaboradoras de chacinados y muchos distribuidores, pero en todos los eslabones cada vez hay menos actores y algunos ya están integrados de punta a punta. Pero cuando comparamos la empresa más grande de nuestro país y que cubre todos los eslabones, es muy pequeña con empresas brasileñas, por ejemplo.

La escala da la posibilidad de bajar costos por volumen al momento de la compra de insumos y normalmente mejorar precios al momento de la venta de los cerdos o los productos.

En un trabajo de la consultora del año pasado las diferencias al momento de la compra entre productores pequeños y grandes era la siguiente:

Y cuando la comparación la hacemos al momento de la venta, tomando como promedio la venta total anual, vemos los resultados:

En ambos casos vemos que las diferencias son muy grandes y generan un aumento directo sobre los costos de producción por un lado y sobre el precio recibido por el otro.

La única diferencia entre los productores grandes y pequeños es el poder de compra y de venta, por el volumen que manejan.

También la escala actúa de forma directa al momento de tener que realizar alguna inversión y por tal razón necesitar solicitar una línea de crédito. Muchos productores chicos no son sujeto de crédito y les es casi imposible salir de dicha calificación y en el caso que acceden a las mismas, los importes ofrecidos no alcanzan para poder hacer absolutamente nada y seguramente transformarse en un salvavidas de plomo que los termina hundiendo más, ya que la mejora no le permite pagar ni los intereses y menos el capital solicitado.

La eficiencia debe ser la más alta

Para muchos productores hablar de eficiencia es casi una mala palabra. En muchas ocasiones el planteo era que la eficiencia no importa cuando el precio es bueno. Este es parte del problema por el cual muchos productores salieron del sistema. Hubo años en que con baja eficiencia se ganaba dinero (es cuestionable esto ya que de hacer bien las cuentas en realidad no ganaban dinero). En el año 2016 se produjo una leve baja de la cantidad de productores por un aumento de los costos de producción y en el último trimestre del 2018 se produjo una fuerte devaluación que afectó los costos y generó una salida de productores del sistema durante el año 2019 y a partir de ese momento la baja continuó año, tras año, siendo el presente uno de los peores años.

En la comparación de la eficiencia, en el trabajo mencionado anteriormente de nuestra Consultora, los datos fueron los siguientes de los dos parámetros que definen un establecimiento:

Producir 500 k/c/a menos y necesitar 500 grs más por kilo producido, marca una diferencia de costos muy grande que es muy difícil de compensar con el precio.

Muchos de los productores que salieron del sistema tenían valores inferiores a los 2.400 k/c/a (menos de 1.800) y muy superiores a la conversión alimenticia de 3,2:1 (casi 4:1).

También hay productores con 4.400 k/c/a y conversiones alimenticias inferiores a 2,5:1

Para dar el promedio del año pasado a nivel país y tomando a todos los productores, los números fueron de 3.160 k/c/a y conversión alimenticia de 2,98:1

Cuando esto lo llevamos a un valor monetario los resultados son los siguientes:

El costo de producción ya marca una desigualdad manifiesta y deja a los pequeños productores fuera del sistema. Con respecto al Margen Bruto (antes de impuestos) muestra una diferencia importantísima, generando en un caso pérdida y en otro un resultado positivo.

Los márgenes tienden a ser inferiores

Cuando tomamos lo sucedido en los últimos años a nivel país los márgenes dan un promedio interesante de 17.0%, con picos altos y bajos, pero con una tendencia a disminuir en los últimos años.

Podemos ver los resultados en el siguiente gráfico:

No es algo raro en el resto del mundo donde los márgenes son muy bajos y hay que ubicarnos en una realidad nacional de niveles de inflación altísimos. En un contexto de estabilidad, si alguna vez se da, se tendría que esperar valores por debajo del 7%

Propuesta I

La primera propuesta está en la búsqueda de aumentar la escala, mejorar la eficiencia y disminuir los costos para ser competitivos en un sistema de margen en disminución.

Desde ya no es original, porque desde siempre y en concordancia con el pensamiento de los profesionales del INTA Marcos Juárez, pasa por el asociativismo, de la forma que se le quiera llamar y con la figura social y económica que se adecue a cada realidad.

En todos estos años se planteó la idea y hubo muy baja respuesta, aunque los que aceptaron el desafío están en otra situación.

El pequeño y mediano productor que piense en una supervivencia en el futuro de forma individual tiene las mismas posibilidades que los dinosaurios cuando cayó el meteorito. Y la realidad de los últimos años lo está demostrando. Hace 20 años se planteaba esto y era una posibilidad, hoy ya es una realidad y lo que sucedió en el primer semestre de este año, volverá a suceder en el primer semestre del año 2025, si no hacemos nada.

La primera disposición debe partir del productor, pero debe tener el apoyo de los organismos técnicos y de los Gobiernos Municipales, Provinciales y Nacional. El Estado debe colaborar y ayudar a los que quieran hacer el cambio. Y hay muchas formas de hacerlo.

Se puede pensar no solo armar un grupo de productores, sino interactuar con productores grandes. La demanda del mercado local y de exportación está y estará en el futuro. Hay que producir carne porcina, pero ser competitivos.

Propuesta II

Hay una segunda propuesta y que tiene como finalidad generar acuerdos entre los distintos eslabones de la cadena, fidelizando la relación (una palabra casi prohibida en el sector de un lado y del otro).

Estos acuerdos tienen que tener una duración mínima de un año y en dicho año saber negociar tanto las bajas y alzas excesivas del precio del capón. Este año ya mostró que se vendió a un valor del capón demasiado por debajo del costo y de la lógica y en la actualidad está sucediendo lo inverso. Morigerar las exageraciones permite mantener márgenes positivos durante todo el año y no transformarse como en este año, en una montaña rusa.

Hay infinidad de sistemas de integración y hasta se podrían proponer nuevos, pero en todos debe estar el concepto claro de Ganar/Ganar para todos los integrantes.

Hablamos de las dificultades de los productores pequeños y medianos, pero los operadores matarifes o industrias, también pequeños y medianos, se encuentran con el mismo desafío y los porcentajes que desaparezcan de productores, seguramente se trasladarán al otro eslabón. Es sencillo mirar la realidad de Brasil y entender cuál sería el camino si no se hace nada.

Conclusión

Hay muchos que no entenderán la propuesta planteada y hasta no reconozcan la realidad de los números, pero los tiempos de espera se acaban y entramos en una recta final con un descenso muy pronunciado en el cual el mercado hará su selección, prefiriendo a los que tienen escala, son eficientes y son rentables con márgenes más acotados.

Está aún la posibilidad de sumar esfuerzos y generar redes de contención para evitar caer de la zaranda que cada vez tiene agujeros más grandes. Hay muchos profesionales del estado y privados que pueden colaborar, porque también estará en juego sus posibilidades laborales.

Desde la Consultora estamos a disposición de quienes quieran empezar a sumar voluntades, organizar productores y armonizar acuerdos entre estos y los matarifes, chacinadores e industriales.

Es un informe del Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli

JLU Consultora

consultas@jluconsultora.com

@juanluisuccelli

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Actualizado a: 14/11/2024

Precios capones y chanchas
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Precio promedio ponderado ($/Kg) $ 1404,74 $ 1569,80 $ 990,79
Plazo de pago promedio 15 16 19
Peso promedio ponderado 114 115 220
Porcentaje de Magro 57% 57% 57%
Cantidad 58.692 15.382 1.299
Índice PorMag: $1600,00 Alza
Precio del Maíz $185.900
Fuente: Federación de Productores Porcinos | Los precios no incluyen IVA
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