Han sucedido cambios importantes en el mercado argentino dentro de los cuales se remarca la fuerte caída del consumo de carne vacuna. Hoy la carne de pollo ya la supera y la carne de cerdo por su lado, viene creciendo y se ha marcado mucho durante los primeros 6 meses del presente año. El consumo estimado de los últimos 12 meses llegó a los 22.10 kilos per cápita, con un crecimiento tanto del consumo de fresco como lo que se utiliza para la elaboración de chacinados.
La abrupta caída del poder adquisitivo de los consumidores ha conspirado en el consumo de carne vacuna y ha beneficiado las carnes más accesibles como la de pollo y la de cerdo. Cabe mencionar que el aumento de la participación en los chacinados se relaciona con el bajo precio de la carne de cerdo comparado con las otras carnes utilizadas, más allá que el consumo general de los chacinados tuvo una caída en el total de más del 30%. La carne de cerdo es la de menor valor mayorista y ha desplazado en parte la utilización tanto de carne vacuna, como de pollo, en la elaboración de chacinados.
Sí podemos mencionar que el consumo de carne fresca sigue aumentando y la oferta en el primer semestre (ya sea por el aumento de las cabezas faenadas, como el peso promedio de los cerdos faenados) se ha colocado la gran mayoría en el mercado local.
Cuando comparamos los precios desde fines de diciembre de 2023 a fines de junio de 2024 vemos las variaciones de tres cortes en la siguiente tabla
En diciembre con 1 kilo de asado se compraban 1.3 kilos de pechito, mientras que en junio se compraban
1.8 kilos. Si la comparación la hacemos con un kilo de pechito se podían comprar 2.6 kilos de pollo y hoy se compran tan solo 1.6 kilos.
En esta comparación es importante resaltar que en diciembre a la carne de cerdo se la marcaba con un
30-35% para determinar el precio al público y en junio esa brecha se estiró a más del 60%, situación que permitió pagar el aumento de los costos que sufrieron los puntos de venta y la baja en la venta de carne vacuna. La pérdida sí la pagaron los productores y la industria de faena y desposte.
La carne de cerdo vuelve a demostrar que tiene un camino de crecimiento en el consumo de los argentinos, fundamentalmente como fresca y habría que ordenar la distribución para que la variable de ajuste no sea el primer eslabón de la cadena.
Todo para arriba, poco, pero para arriba. Los productores porcinos ven un cambio y es para mejor.
Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli
JLU Consultora
consultas@jluconsultoral.com
@juanluisuccelli
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