En esta oportunidad, compartimos los resultados positivos obtenidos en los ensayos realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sobre el uso de efluentes porcinos como biofertilizantes en cultivos de maíz y soja. Estos ensayos, se están llevando adelante desde hace cuatro años en dos establecimientos de la provincia de Córdoba y han demostrado el potencial de los efluentes porcinos como una solución efectiva para mejorar la rentabilidad de la producción agropecuaria y contribuir al cuidado del medio ambiente.
El objetivo principal de estos ensayos fue evaluar el efecto acumulativo de la aplicación de efluentes porcinos estabilizados en la calidad del suelo y determinar su impacto económico en el ámbito agrícola. Se implementaron dos sistemas de aplicación distintos: el cañón regador y el pivot central, para analizar los resultados obtenidos en diferentes escenarios de aplicación.
Los resultados de estos trabajos, llevados a cabo por el INTA, han sido altamente satisfactorios. Se ha comprobado que los efluentes porcinos estabilizados presentan características que los convierten en excelentes biofertilizantes para los cultivos de maíz y soja y su aplicación ha mostrado un incremento significativo en la calidad del suelo, lo que se traduce en un aumento notable en la productividad de los cultivos estudiados. Además, se ha constatado que el uso de efluentes porcinos como biofertilizantes reduce los costos asociados a la adquisición de fertilizantes comerciales, mejorando así la rentabilidad de la producción agropecuaria.
Estos resultados son el fruto de la colaboración entre Cappcor y el INTA, que se han unido con el objetivo de encontrar soluciones sustentables para el sector agropecuario. El uso de efluentes porcinos como biofertilizantes no solo brinda una alternativa rentable y eficiente, sino que también contribuye a mitigar el impacto ambiental generado por estos residuos, convirtiéndolos en una herramienta para el cuidado del medio ambiente.
fuente: Cappcor