Rabobank apunta que durante el último trimestre de 2022, en Europa retos como los altos costos de producción, concretamente reflejado en el aumento en los costos de energía, y la demanda limitada se verán acentuados, y podrían extenderse hasta 2023. Analistas de Rabobank estimaron que derivado de la situación inflacionaria, en combinación con una crisis económica, el consumo de carne de cerdo podría ser limitado.
Esta situación representará presión principalmente para los servicios alimentarios, ya que por el desfase entre el costo de la energía, los alimentos y los salarios, las personas optan por destinar su dinero a la compra en canales minoristas u otro tipo deproteína.
Derivado de ello, se espera que la temporada navideña suponga un desafío para la industria procesadora; en casi todos los países de la Unión Europea se prevé que los consumidores deberán pagar facturas de energía más altas.
Porcicultura global
En China, el mercado está enfrentando una oferta escasa de cerdos, lo que mantiene el encarecimiento en las cotizaciones por cabeza, sin embargo, las proyecciones apuntan a que la demanda cárnica mostrará recuperación.
Otro reto sería los niveles históricamente altos en los que se encuentran los costos de producción, situación que hacia el cierre de 2022 serán acentuados por cosechas deficientes en Estados Unidos, Europa y Asia, limitando la disponibilidad de granos y oleaginosas para la alimentación de los animales.
Este sería el caso de Norteamérica, donde también se suman las regulaciones relacionadas con esquemas sustentables, provocando una tendencia a la baja en el comercio internacional; sin embargo, se indicó que, de momento, la demanda se mantiene estable pese a la desaceleración económica.
Desde la entidad financiera holandesa indicaron que en conjunto, las perspectivas de altos costos operativos y la demanda limitada están resultando en que las empresas sean más conservadoras con sus estrategias para agrandar sus hatos porcinos en 2023