El Parlamento de Uruguay aprobó una ley que habilita la faena artesanal de ovejas, cerdos, aves y conejos en campos de productores rurales familiares. La aprobación del proyecto, que tuvo el respaldo de legisladores de todos los partidos, permite que los animales sacrificados no requieran de procesos industriales para su comercialización. La nueva norma fue criticada por el sector privado, que expresó su sorpresa y preocupación por esta habilitación.
El texto fue impulsado por el diputado oficialista del Partido Colorado Juan Moreno y tiene dos artículos que sustituyen una ley del 2022. Una de las disposiciones establece que se habilita la faena artesanal que sea destinada al autoconsumo o a la comercialización de cerdos, ovinos, aves y conejos “nacidos y criados en el predio” de aquellos productores familiares que se encuentren registrados en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
La normativa aprobada define a la “faena artesanal predial” como el “sacrificio de los animales nacidos y criados en el predio del productor familiar, a pequeña escala, sin usar instalaciones y procesos industriales”. La nueva ley faculta a ese ministerio a autorizar otras especies que “entienda pertinente habilitar”.
Otra de las disposiciones que establece la norma aprobada es que las cantidades y cuotas habilitadas de la faena serán autorizadas por la Dirección General de la Granja del MGAP.
En la exposición de motivos, el proyecto de ley destaca al sector productivo como un “eslabón fundamental en la economía del país” que adquiere una “gran importancia” en el interior de Uruguay. El texto señala en particular el rol de los “pequeños productores”, que son fundamentales “en esta cadena” y generan un “impacto positivo e inmediato en la colectividad social a la que pertenecen y contribuyen a la identidad de los pueblos rurales”.
Las “nuevas necesidades y problemáticas” de los productores sobre el autoconsumo y los procesos de faena hacían necesaria en forma “urgente” que se facilite esta actividad productiva, finaliza la explicación del proyecto de ley impulsado por Moreno.
Este proyecto de ley fue tratado de forma rápida en el Parlamento, un aspecto que sorprendió y preocupó a la Asociación de Importadores de Carne del Uruguay (Adicu) y a la Unión de Vendedores de Carne (UVC), según expresaron en una difusión de prensa. “Ambas instituciones se preguntan cómo no se considera el peligro sanitario, además de cómo se controlará el transporte en ruta considerando el tema abigeato”, expresaron las dos gremiales.
Luis Avero, presidente de Adicu, declaró que las faenas no se harán en establecimientos que tengan los “controles adecuados” y cuestionó que la ley habilita a que la comercialización se realice “lisa y llanamente, en negro”. “El humilde carnicero de una zona rural del interior se va a ver con la competencia de que en los predios rurales le van a vender la misma mercadería sin impuesto alguno”, comentó.
Desde esa gremial entienden que el texto aprobado por el Parlamento provocará que cierren muchas carnicerías de los pueblos del interior del país y duda sobre cómo se controlará el robo de animales. Además, consideran que es “retroceder dos casilleros” en los aspectos que hacían “sentir orgullo” en Uruguay, como la “cadena casi perfecta” de sanidad, distribución y frío.
Hebert Falero, el presidente de UVC, señaló que los carniceros del interior de Uruguay tendrán que competir con unos 17.000 productores que podrán faenar y vender. “En las carnicerías nos exigen tres piletas para lavarnos las manos, un lugar donde elaborar. No nos permiten vender alimentos para perros porque contaminan y resulta que ahora pueden faenar en cualquier lado y vender. No lo pensaron. Los legisladores dejan mucho que desear y no consultan a los entendidos ni a los interesados. Me parece una locura y me parece que esta medida es legalizar la faena clandestina”, afirmó el empresario.
Fuente: Infobae y El observador