¿Qué opciones tenemos para que la supervivencia de todos estos lechones sea superior al 90% en el momento del destete?
A lo largo de los últimos 20 años el tamaño de camada ha ido aumentando en una media de 0,2 lechones/cerda/año, al tiempo que, reduciéndose el peso de los lechones al nacimiento, y también la dispersión del peso, lo que compromete a su viabilidad y por supuesto el peso de los lechones al destete.
Por esto, considero importante que sepamos realmente cuál es el peso real de nuestros lechones en el momento del nacimiento, así como el diferencial medio de pesos entre lechones de cerdas primerizas, multíparas y cerdas de más de séptimo parto para optimizar posteriormente el manejo de los lechones en la paridera.
Lógicamente, trabajar en tener lechones de mejor peso al nacimiento es la primera práctica rentable para su mayor supervivencia, basado en la nutrición de las cerdas en:
• la lactación anterior (evitar gran pérdida de peso y peor calidad de ovocitos),
• durante el primer mes de gestación (lograr una buena vascularización y angiogénesis placentaria) y
• en el último mes de gestación (evitar obesidad que significa stress oxidativo con alteración mitocondrial de ovocitos).
Puntos de sensibilidad en el manejo
Tener más lechones al destete dependerá tanto de lograr la mayor viabilidad de los nacidos vivos, como de reducir la tasa de nacidos muertos.
Sabemos que el peso al nacimiento guarda relación directa con el peso a los 7-10 días de vida y al destete, para lo cual es esencial la toma de calostro dentro de las primeras horas de vida de los lechones, incluso 120 primeros minutos de vida, con relación lineal con su supervivencia (gráfica).
Para reducir el número de los nacidos muertos, básicamente debemos: manejo
1. Evitar depleción energética de la cerda en horas previas al parto, evitando su ayuno de pienso/agua y permitiendo que coma pequeñas cantidades numerosas veces en las horas previas al parto, a efectos de reducir la duración. A mayor duración del parto más nacidos muertos, al igual que a mayor tamaño de camada. Evitar constipación
2. Seleccionar cerdas que tengan una tasa baja o nula de nacidos muertos en sus dos primeros partos. Son pocas las cerdas que tienen nacidos muertos en condiciones fisiológicas
3. Evitar temperaturas elevadas en la sala de parto (>25ºC)
4. Evitar manipulación del parto, salvo que sea distócico, obviando el uso de hormonas por sistema, y solo en casos necesarios
5. Entrar las cerdas a salas de partos con suficiente antelación al mismo: mínimo 5 días y deseable 7
6. Atención del parto por personas especializadas y sensibles. La mayoría de las cerdas tienen partos naturales sin ninguna complicación, pero un grupo de las cerdas nos acumulan la mayoría de los nacidos muertos y aplastados.
Para lograr mayor tasa de viabilidad: manejo
• Atención especial a días de gestación en nuestra granja en cerdas de diferente ciclo y signos de comienzo del parto para atenderlo en cuanto comience
• Limpieza y sobre todo secado del lechón nacido para evitar pérdida de calor
• Disponer de material para facilitar el secado, como papel en parte trasera y lateral de la cerda, o bien productos secantes y desinfectantes
• Proveerles de foco-placa de calor (nicho ambiental) a rangos de temperatura termoneutralidad (30-35ºC) – microclima específico. Es preceptivo saber con seguridad que realmente funcionan correctamente todas las placas de calefacción de los lechones (la termometría es de gran utilidad práctica).
La hipotermia lleva a la hipoglucemia y a la muerte en pocos minutos. El exceso de calor de las placas también es muy negativo, ya que se tumbarán fuera de las mismas y muy cercanos a la madre con un elevado riesgo de aplastamiento
• Debemos asegurarnos de que todos los lechones, todos, toman calostro en cantidad suficiente en base al tiempo de amamantamiento y comportamiento de las cerdas durante el mismo, así como la calidad-preparación del tejido mamario. Cada lechón debe tomar el calostro de las primeras horas de su madre antes de hacer ningún movimiento de camadas
• Adecuada desinfección del ombligo
• Poner los lechones en la placa de calor o debajo de la lámpara inmediatamente antes y después de la toma de calostro
• Especial atención camadas durante primeros 3-4 días de lactación donde se producen al menos 2/3 de las bajas en lactación centradas en lechones de bajo peso, inanición y aplastamientos
• Atención especial lechones de bajo peso. Los de menos de 800 o 600 gramos, según genética y granja, tienen muy baja supervivencia (mortalidades medias de 60 y 80% respectivamente de media)
• Tener un plan bien definido de adopciones y cesiones. Deseable mover los lechones mejores y dejar los más pequeños bajo su madre.
Esta es una de las pautas de manejo más eficientes para salvar lechones si se hace correctamente. Tener precaución en qué número máximo de lechones adoptamos a cada cerda, sin cargar excesivamente las primerizas y prestando atención a que las cerdas de adopción sean las mejores cerdas de la granja.
Debemos evitar reagrupaciones de lechones, así como el “síndrome de las camadas demasiado uniformes” que son indicativo de que no hacemos una valoración por individuo, sino por conjunto.
También es conveniente evitar el movimiento de lechones de forma continuada durante toda la lactación
• Tener un plan de cerdas nodrizas específico para nuestra granja que variará dependiendo del número de cerdas nodrizas semanales que necesitemos.
• Si tenemos la posibilidad podemos suministrar a los lechones de menor peso suplementos nutricionales como calostro de la propia cerda, productos energéticos, rehidratantes, electrolitos, extractos nutricionales específicos.
Esto siempre y cuando dispongamos de la mano de obra especializada y de los tiempos
• Evitar dejar una mama sin mamar más de 24 horas, ya que corremos el riesgo de que cese la producción de leche
• Evitar estresar a las cerdas en los minutos que están dando de mamar (20 veces al día – 2 minutos/toma) para facilitar que se produzca el vaciado de las mamas (su vaciado parcial favorece la involución mamaria), además de tener en cuenta que la leche que sale al final es la más energética al tener más contenido en grasa.
El ruido y la presencia de roedores debemos tenerlos en cuenta
• Prestar atención a la salud de la cerda en las primeras 24-48 horas posteriores al parto que afectan gravemente a la producción de calostro y desencadenamiento de la producción lechera.
Vigilar especialmente falta de apetito, fiebre, posturas anormales y falta de capacidad maternal, así como el desarrollo mamario. Rápida detección y tratamiento inminente
• Trabajar en la curva de alimentación de la cerda desde el mismo momento del parto, evitando racionamiento excesivo en primeros 3 días, y objetivamente tener el mayor consumo de pienso-nutrientes cuanto antes, lo que está directamente correlacionado con la cantidad de producción lechera y la calidad de los lechones al siguiente parto.
Fuente: porcinews.com